Cuando un conductor se aproxima a un peaje y no dispone de un dispositivo de telepeaje, la probabilidad de que lleve a cabo un gesto prohibido es elevada. Una situación que se repite constantemente y que tiene un elevado coste: 200 euros y seis puntos menos.
Por motivos de seguridad, usar el teléfono en el coche está sujeto a numerosas prohibiciones. Existe, sin embargo, una práctica muy habitual que genera todo un debate: pagar el peaje con el móvil. Es cómodo y, al mismo tiempo, un gesto prohibido desde el punto de vista legal.
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Tal y como recoge el artículo 18.2 del Reglamento General de Circulación (RGC), el uso de dispositivos de telefonía móvil durante la conducción está prohibido. La instrucción SANC 22/06 del Ministerio de Interior, además, aclara que esa limitación incluye los momentos de parada porque forman parte del tráfico rodado del vehículo.

Prohibido usar el móvil con el coche parado
Por lo tanto, manipular el teléfono en un semáforo está prohibido. Lo mismo sucede en un atasco y en las barreras de peaje. Se aplicará, al mismo tiempo, en situaciones similares como, por ejemplo, el autoservicio de los restaurantes de comida rápida. Tampoco se podrá utilizar mientras se conduce aunque esté en un soporte.
Cualquiera de estos gestos está tipificado como una infracción grave. Antes de la reforma de la Ley de Seguridad Vial se castigaba con una multa de 200 euros y la retirada de tres puntos del carnet de conducir. Desde el 21 de marzo de 2022, se restan seis puntos.
Para evitar ser sancionado, las autoridades recomiendan pagar con dinero en efectivo, con tarjeta (de débito o crédito) o con los sistemas de telepeaje. Con ellos se efectúa el pago de manera automática y, de paso, el conductor puede cruzar la barrera sin tener que detenerse.
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