Si os nombramos ‘Sprinter’ algunos reconoceréis el nombre de un modelo de Mercedes, pero lo más normal es que ni os suene y ni siquiera supieseis que existe. ¿Por qué? Porque, admitámoslo, es una furgoneta y, por norma general, al público mayoritario es un tipo de vehículo que no le genera el más mínimo interés.
Sin embargo hay excepciones, como cuando algún preparador decide ‘meter mano’ a alguna. Y sí, aunque pueda parecer mentira, hay bastantes trabajos sobre furgonetas y furgones que, además, suelen tener como leitmotiv el mostrar que también pueden ser vehículos de lujo. Y en esa tendencia, Carlex acaba de demostrar cómo hay que hacer las cosas.
Su Mercedes Sprinter, renombrada bajo el pomposo a la par que indicativo calificativo de ‘Automotive Business Van’, es un ejemplo de que una furgoneta también puede ser una suerte de limusina.
A nivel visual han conseguido que un modelo tan a priori anodino y funcional sea realmente atractivo, y eso cambiando apenas un puñado de elementos. Luce una pintura de carrocería en negro mate, cuenta con nuevos paragolpes y faldones laterales, calza llantas de un vistoso diseño y tiene los cristales tintados.
Una vez captada la atención, lo realmente importante se encuentra en el interior. No hay imágenes del puesto de conducción, pero tal y como ha sido preparado el Sprinter, está hecho para que te lleve un chófer. Lo que en el modelo normal es una zona de carga se ha reacondicionado como un habitáculo con cuatro asientos enfrentados a los que podríamos calificar casi como sillones y que cuentan cada uno con su propia mesilla. El espacio para las piernas es inmenso y, mientras que entre cada dos hay una pantalla para utilizar el sistema de infoentretenimiento, ver películas, etc; en la zona central encontramos dos neveras provistas de las pertinentes botellas de champán.
Y todavía no hemos entrado en lo referente a acabados y materiales. Todo el habitáculo está tapizado en varios tipos de cuero que pueden ser de hasta 40 colores diferentes, y las molduras y los apliques pueden ser indistintamente de aluminio, madera o acero pulido, según los gustos del cliente.
Mecánicamente la única novedad, que no es poca, es la inclusión de un sistema de suspensión neumática.
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