El nuevo Mazda CX-5 es mucho más grande y apuesta por una versión microhíbrida

Dentro de la cada vez más amplia gama de SUV de Mazda, el Mazda CX-5 es su opción intermedia, un modelo que ya podría considerarse veterano, no solo porque el original debutara en 2012, si no porque su segunda generación llevaba vendiéndose desde 2016. Tras casi una década al pie del cañón, la marca japonesa ha decido que era la hora de renovarlo.

A simple vista no parece que haya sido una puesta al día muy profunda, puesto que su diseño evoluciona al de la entrega anterior, pero sigue resultando muy familiar con elementos como el característico escudo delantero en forma de diamante, los alargados grupos ópticos LED o las proporciones generales de la carrocería.

Sin embargo, en esto último engaña, puesto que es un coche bastante más grande que el que se vendía hasta ahora. Mide 4,69 metros de largo (11,5 centímetros más), 1,86 metros de ancho (1,5 centímetros más) y 1,70 metros de alto (3 centímetros más), lo que hace que esté mucho más cerca del Mazda CX-60 que antes. Esto, como consecuencia, trae consigo una mejora de la capacidad del maletero, que tiene un volumen de 583 litros (61 litros más) que pueden ampliarse hasta los 2.019 litros al abatir los asientos traseros.

El habitáculo es minimalista hasta el extremo, presentando un puesto de conducción tremendamente despejado. El cuadro de instrumentos digital mide 10,25 pulgadas, la pantalla central es de 12,9 o 15,6 pulgadas según el acabado, lleva Google integrado y entre el equipamiento opcional está un sistema de sonido Bose de 12 altavoces.

El motor del Mazda CX-5

Al menos de inicio, la nueva entrega del CX-5 se venderá únicamente con una motorización, que es microhíbrida y, por tanto, tendrá la etiqueta ECO de la Dirección General de Tráfico.

Emplea el motor de gasolina e-Skyactiv G 141 de 2,5 litros, combinado con tecnología de hibridación ligera Mazda M Hybrid de 24 V, logrando una potencia de 141 CV (104 kW) y 238 Nm de par máximo. Por el momento solo se ha desvelado su aceleración de 0 a 100 km/h, que completa en 10,5 segundos, y que su consumo será de 7,3 l/100 km. Ambos datos corresponden a la versión de tracción delantera, pero también se ofrecerá con tracción integral, aunque de ésta no se han facilitado más datos.

Mazda ha anunciado que su gama estará conformada por cuatro niveles de equipamiento (Prime-Line, Centre-Line, Exclusive-Line y Homura), pero no se ha entrado más en detalle. Saldrá a la venta en diciembre de este año y sus precios arrancarán en 35.200 euros.