Un nuevo intento de fraude circula por los correos electrónicos con la Dirección General de Tráfico (DGT) como excusa para el engaño. Como en otros casos similares, un supuesto aviso de multa llega a la bandeja de entrada e invita al usuario a resolver la situación cuanto antes.
Tras los enlaces que incluye el mensaje, probablemente se esconde una intención de estafa mediante el método conocido como phishing. Con este engaño, sus autores pretenden obtener datos privados de los usuarios, por lo general para acceder a sus cuentas o datos bancarios.
El texto avisa de una “multa de tránsito no pagada”. La trampa del texto es un enlace al que se invita a pulsar al interpelado (“Ver detalles de la multa”). No encontrará en él ninguna información válida de la DGT, sino –con toda seguridad– un enlace malicioso diseñado para que los autores de la estafa logren infiltrarse en el dispositivo.
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Esta campaña de fraude sigue el esquema de otras que se han visto anteriormente. Quienes envían estos mensajes se apoyan en varios pilares: las prisas, la distracción, la curiosidad y el miedo. Los usuarios pican por inercia. Si sospechan que han cometido una infracción recientemente, probablemente pinchen.
Pistas para evitar los fraudes con las multas
La DGT puso en 2022 algo más de cinco millones y medio de sanciones, unas 15.000 al día: no es difícil que estos envíos masivos de mensajes alcancen a un infractor despistado. Para evitar el error (hacer ese clic que se pide), el Instituto Nacional de Ciberseguridad (INCIBE) aconseja, en primer lugar, comprobar que el nombre del remitente está bien escrito. También debe verificarse que en el mensaje no hay errores gramaticales o un tono o vocabulario que no corresponden con el esperado.
En todo caso, se debe sospechar siempre que aparezca cualquier llamada a la acción, como introducir datos personales o hacer clic en un enlace para obtener información.
El mensaje que circula estos días por internet, según informa la DGT en su cuenta de X (antes Twitter), se puede identificar fácilmente como falso: se dirige al supuesto infractor con un lenguaje poco común en las notificaciones oficiales (“es importante que se ponga en contacto con nosotros a la brevedad”), invita a pinchar en un enlace y, además, utiliza palabras no habituales en España, como tránsito o computadora en lugar de tráfico y ordenador, respectivamente.
Notificaciones de multas de la DGT
En todo caso, las notificaciones de multa que envían la DGT o los ayuntamientos nunca llegan por correo electrónico ni por mensajería móvil. Se envían siempre por carta certificada al domicilio del conductor que conste en Tráfico.
Como método secundario, solo si el primero ha fallado, esta información se publican en los boletines oficiales o en el tablón de anuncios del ayuntamiento correspondiente (físico o electrónico). Y siempre en el Tablón Edictal de Único del BOE.
Para recibir las notificaciones de multas, no obstante, los automovilistas también pueden darse de alta en la Dirección Electrónica Vial: en ese caso, solo en ese (y el usuario está advertido, pues el alta es voluntaria) los avisos sí llegan por correo electrónico y por teléfono.
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Periodista especializado en seguridad vial. Editor y redactor de El Motor desde 2016. Empezó a escribir de fútbol en 1998 en Diario 16 y ha trabajado en varios proyectos de Prisa Media desde 2000. Licenciado en Periodismo por la Universidad de Navarra, es autor de ‘Aquí no se rinde ni Dios’ (2020).