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Madrid |

Un nuevo aumento en la producción de crudo podría estabilizar el mercado energético y traducirse en una bajada del precio del combustible para los consumidores.

precios combustible

Foto: Getty

La Organización de Países Exportadores de Petróleo y sus aliados (OPEP+) tienen buenas noticias para los conductores. Aunque con cautela, han decidido aumentar la producción para dar respuesta al actual escenario de incertidumbre económica y geopolítica.

Así las cosas, para el próximo mes de octubre, la OPEP+ incrementará la producción de petróleo en 137.000 barriles diarios. Este aumento, eso sí, es más moderado que los movimientos de este tipo que ha habido previamente.

Este aumento gradual se produce en un contexto marcado por dos factores: una desaceleración económica global y una elevada volatilidad en los mercados energéticos. El sector tendrá que mantener una vigilancia constante para adaptarse a posibles fluctuaciones a corto plazo.

Equilibrio entre la oferta y la demanda

¿Qué significa esto para los países consumidores? Según explica Grupo Moure, que engloba a empresas como Autonetoil, es una noticia positiva. Aporta estabilidad a los mercados y puede contribuir a reducir el precio del combustible.

Para los países productores implica un equilibrio entre la oferta y la demanda. Esto garantiza un equilibrio sostenible en los mercados internacionales del petróleo, que beneficia a todos los actores implicados. De esta manera, se minimizan riesgos en un entorno económico incierto.

Buenas noticias para los conductores

Esta estrategia prudente de la OPEP+ ayuda a evitar oscilaciones bruscas en los precios y brinda un respiro tanto para empresas como para consumidores, aunque el impacto en las cifras finales del combustible dependerá también de factores fiscales y logísticos.

Un aumento controlado de la producción podría traducirse en una mayor estabilidad en los precios del petróleo y, en consecuencia, en el de los combustibles. Para los conductores, esto implicaría una menor volatilidad y se evitarían subidas repentinas que impacten en su economía.

Para las empresas del sector, especialmente para los distribuidores y las refinerías, dibuja un escenario más previsible. Esto les ayudará a planificar aprovisionamientos y gestionar márgenes, aunque seguirán enfrentándose a la influencia de factores externos como impuestos o costes logísticos.

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