El Honda HR-V también renuncia al diésel

El Honda HR-V recibe una necesaria puesta al día para mantener su vigencia en el mercado, una actualización que incluye pequeñas novedades en múltiples aspectos y que está prevista que llegue a los concesionarios de la marca a partir del mes de octubre.

Por lo que se refiere al diseño, el frontal se modifica con un nuevo panel cromado oscuro, el paragolpes cuenta con entradas de aire más grandes además de con faros antiniebla de forma redonda y los grupos ópticos tienen luces LED diurnas. La zaga también oscurece tanto su parte central como los pilotos, el tubo de escape muestra un acabado cromado y en la vista lateral las versiones más altas de la gama montan llantas de aleación de 17 pulgadas. Por último, la gama de colores disponibles para la carrocería se amplía hasta los ocho con la incorporación del Midnight Blue Beam Metallic.

En el habitáculo se ha mejorado la calidad de la tapicería de tela de serie (en los acabados superiores es mixta), se ha aumentado la cantidad de material aislante en diversas zonas e incorpora por primera vez tecnología de cancelación activa del sonido (ANC) que reduce el ruido de baja frecuencia en el interior.

En lo que respecta a su oferta mecánica, el Honda HR-V toma una dirección que ya se ha visto en muchos modelos recientes, dejando de lado las opciones diésel para quedarse con un único bloque de gasolina, un 1.5 i-VTEC atmosférico de 130 CV y 155 Nm de par, que puede combinarse tanto con una caja de cambios manual de seis marchas (0-100 km/h en 10,7 segundos) como con una CVT (11,2 segundos).