Este fin de semana llegan cambios a una de las autopistas más transitadas de España para mejorar la fluidez del tráfico y la seguridad vial. El plan de intervención en la AP-7, diseñado por Servicio Catalán de Tráfico (SCT) y la Generalitat de Catalunya se extenderá hasta 2025 y llevará al asfalto inversión en conservación, algunas restricciones de velocidad y más radares.
Los datos de siniestralidad y circulación justifican las medidas. “Se ha producido un incremento de la movilidad y de los accidentes en esta vía y, por tanto, hay que actuar”, argumenta el consejero de Interior, Joan Ignasi Elena.
El plan de intervención, con un presupuesto de más de 14 millones de euros, llega después de analizar el tráfico en la AP-7 tras la liberación de los peajes, en agosto de 2021.
En 2022, la movilidad en la autopista aumentó un 26% en comparación con 2019, en particular la de camiones (36%). Como consecuencia, en 283 kilómetros de la AP-7 ha habido un aumento de la frecuencia de las retenciones, y en 298 kilómetros ha crecido la duración de las congestiones. Los atascos derivados de siniestros o averías fueron un 142,4% más largos el año pasado que tres cursos antes.
Otra consecuencia de la liberalización es el incremento del número de siniestros. En 2019, la autopista registró 503 accidentes con víctimas (32 con muertes o heridos graves). Tres años más tarde, la cifra creció hasta 647; hubo fallecidos o heridos graves en 55 de ellos. La mortalidad también creció: de 15 fallecidos a 24.
Medidas de gestión del tráfico
El SCT propone la homogeneización del tráfico, la gestión de la velocidad y de las intersecciones y el aumento de la capacidad vial en tramos de alta siniestralidad.
Una de las medidas estrella es la reducción de velocidad a 100 km/h o menos en el tramo Martorell-Gelida. Este cambio se pondrá en marcha, en fase de pruebas y desde este fin de semana, los viernes por la tarde, el sábado por la mañana y la tarde del domingo. El objetivo es mejorar la ocupación del carril derecho y ralentizar el tráfico.
Por otra parte, el SCT habilitarán los pasos de mediana en las zonas de la autopista de mayor siniestralidad. Así, podrá instalar carriles adicionales en caso de accidente en los tramos son Orriols-Cabanes, La Roca-Hostalric, Granada-Gelida, y L’Aldea-Hospitalet de l’Infant.
El plan también incluye la utilización dinámica de los arcenes para reducir las congestiones: se probará, en primer lugar, en la incorporación de la C-60 en la AP-7.
Control de velocidad y seguridad vial
El plan de la Generalitat añade asimismo, como elemento clave, más vigilancia. Así, el SCT usará drones para controlar y monitorizar los puntos más conflictivos. Y mismo año se instalará un nuevo sistema de radares móviles en la AP-7 “en puntos convenientemente habilitados”.
Antes de 2025, por otra parte, se instalará un radar de tramo en la zona de la Mora, en Constantí, así como sistemas de velocidad variable en varios tramos de la AP-7.
Sigue toda la información de EL MOTOR desde Facebook, X o Instagram