Lancia es una de las grandes marcas italianas, con 115 años de historia y que sigue vendiendo automóviles solo en su país de origen. El Grupo Fiat la retiró del resto de los mercados europeos en 2015 pero ahora, ya dentro del Grupo Stellantis (fusión de FCA y PSA) trabaja en su resurgir. Se producirá a partir de 2024 con el lanzamiento de una nueva generación de su popular modelo utilitario Ypsilon.
Así lo ha confirmado Luca Napolitano, nuevo consejero delegado de la marca, en un encuentro con un reducido grupo de medios españoles, entre los que se encontraba EL MOTOR. El directivo tiene ya el visto bueno de Carlos Tavares, director general de Stellantis, para desarrollar el plan estratégico de Lancia durante la próxima década, que incluye “una agresiva apuesta por la electrificación y el desarrollo de una gama progresista, pero al mismo tiempo clásica”.
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Lancia quiere mantenerse fiel al diseño italiano, respetando la historia de la marca, aunque también mirando al futuro y al mercado europeo. En poco más de dos años tendrán disponible el primer fruto de su nueva etapa, que será la última evolución del popular Ypsilon, con versiones electrificadas como no podía ser de otro modo en un coche de marcada vocación urbana. Más adelante, la gama se completará con un compacto que evoque el también inolvidable Delta, más una gran berlina inspirada en otro nombre importante de su saga, el Thema.
Napolitano no descarta la posibilidad de llegar a ver un SUV en su oferta, aunque su prioridad apunta más a la filosofía de los productos que a su tipología. “Nuestros clientes son creadores de tendencias, de entorno urbano y comprometidos con la sostenibilidad. Ya es así en Italia y extenderemos el concepto al resto de Europa. El desafío de salir del país de origen no es fácil, hay que reposicionar la marca, pero tenemos los argumentos para ser una marca premium”.
El Grupo Stellantis ha decidido alinear a Lancia dentro de las marcas más exclusivas de su catálogo, compartiendo protagonismo con la también italiana Alfa Romeo y la francesa DS. Cada una tendrá sus matices y orientación para evitar solaparse. En este sentido, su política comercial se encuentra bien definida, como explica Napolitano: “No necesitamos muchos puntos de venta, ni grandes instalaciones. Nos localizaremos en los centros urbanos y contaremos con espacios de calidad, que muestren la excelencia italiana. Además, esta apuesta permitirá ajustar los costes y disfrutar de la mayor eficiencia gracias a las sinergias del grupo”.
Venta digital
Con tal planteamiento, la venta digital resultará esencial para alcanzar sus objetivos. En primer lugar porque se identifica plenamente con el perfil de sus clientes, muy tecnológicos y habituados a este tipo de comercio electrónico, símbolo de la modernidad; por otra parte, permitirá deslocalizar las ventas, acercando sus productos a lugares distantes de los centros urbanos donde se ubicarán los distribuidores. “Es una apuesta firme, sabemos que la forma de vender los coches está cambiando y nadie puede pensar que dentro de cinco u ocho años la comercialización seguirá siendo como hoy”, comenta el directivo al respecto.
Napolitano evitó concretar las fábricas del grupo industrial donde se producirán los nuevos Lancia (entre ellas las españolas de Vigo, Figueruelas y Madrid), así como si los modelos que seguirán al Ypsilon herederán algunas de las legendarias denominaciones de la marca, como el compacto Delta. Lo que sí se atisba en sus declaraciones es que su marca se alineará más con el diseño y la elegancia, dejando el territorio de la deportividad en manos de Alfa Romeo.
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