Lancia Thema 8.32: Romay recuerda la triste casualidad por la que Fernando Martín compró el coche con el que perdió la vida

El 9 de diciembre de 1989, el baloncesto español vivió uno de sus días más tristes. Fernando Martín perdía la vida en un accidente de tráfico mientras se dirigía a ver el partido que iba a disputar el Real Madrid frente al CAI Zaragoza en el Palacio de los Deportes de la capital de España.

El suceso tuvo lugar en la M-30. Fernando Martín accedió a la circunvalación desde la N-II (la actual A2) e intentó esquivar una balsa de agua, pero perdió el control de su Lancia Thema 8.32. Atravesó varios carriles, saltó la mediana y chocó contra un Opel Kaddet.

Ahora ha sido Fernando Romay, en El Cafelito de Josep Pedrerol, quien ha revelado cómo llegó el Lancia Thema 8.32 a manos de Fernando Martín. El pívot cuenta en la charla que “era un coche de segunda mano: un pepino increíble de Lancia. Era del director de Fiat o de Lancia en Madrid”.

Fernando Romay explica que iba a cambiar de coche: “A mí me gustó; creo que yo todavía tenía el Ford Fiesta y lo iba a comprar. Esto fue en 1988”. El jugador pidió al Real Madrid una semana de vacaciones para ir a Artajona (Navarra) y su objetivo era hacer el viaje con el Lancia.

“Se lo vendes a Fernando”

Es entonces cuando la operación se truncó: “Le doy el talón al de Fiat y le digo: pasa una cosa, tengo cinco días para irme, déjame el coche con el seguro que tiene vuestro para poder ir de viaje, estar allí y volver. Me apetece ir con el coche este. Y me dice: es un coche demasiado peligroso para que lo vayas conduciendo con un seguro que no es el tuyo, no te lo podemos dejar”.

Fernando Romay rompió el talón bancario y le dijo: “Se lo vendes a Fernando que lo quiere y yo no lo quiero. Se lo quedó Fernando Martín y fue el coche en el que tuvo el accidente, desgraciadamente. Es duro”.

El Lancia Thema 8.32

En 1986, la marca italiana presentó el coche con el que quería recuperar su denostada fama: el Lancia Thema. También sirvió para homologar modelos de competición de categorías inferiores.

El Lancia Thema y el Thema 8.32 eran casi iguales. Pero los detalles marcaban las diferencias: el alerón retráctil, las llantas de 15’’, los logos específicos y, sobre todo, el motor. El segundo escondía bajo su carrocería una mecánica de Ferrari.

Era un V8 de 2.9 litros y 32 válvulas, el encargado de impulsar al Lancia Thema 8.32; un apellido que viene de esos ocho cilindros y del número de válvulas. Era el mismo esquema que montaron en Maranello para el Ferrari 308 GTB, aunque sin el flat-plane: lo sustituyeron por un cigüeñal convencional. Estaba acompañado por una caja manual de cinco velocidades.

El Lancia Thema 8.32, que pesaba 1.400 kilos, entregaba 215 CV a 6.750 rpm y tenía un par máximo de 285 Nm a 4.500 rpm. Su potencia obligó a Lancia a catalizar el motor para poder vender el Lancia Thema 8.32 en algunos mercados. Un movimiento con el que perdió 10 caballos. Pasaba de 0 a 100 km/h en 6,8 segundos y su velocidad máxima era de 240 km/h: estas cifras lo convirtieron en el coche de tracción delantera más rápido de su época.