La nueva ley del tabaco prohibirá a los transportistas fumar durante sus trayectos y un camionero que haga largas rutas por Europa no podrá consumir tabaco ni cigarrillos electrónicos en el camión. Se trata de una de las novedades del anteproyecto de ley del tabaco, que ha cerrado este martes su fase de audiencia pública y que afectará también a otros trabajadores que usen el vehículo como herramienta laboral.
Uno de los principales cambios del texto es que este amplía los espacios sin humo e incluye, entre otros, las terrazas de bares y restaurantes, las playas, los recintos deportivos, las estaciones de transporte al aire libre y los vehículos de uso laboral, ya que el texto los considera centros de trabajo. Además, equipara cigarrillos tradicionales y electrónicos en restricciones de consumo, publicidad y venta.
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El Ministerio de Sanidad deberá revisar ahora las alegaciones presentadas y decidir si incorpora o no modificaciones al texto definitivo antes de que la tramitación continúe en el Parlamento.
Prohibido fumar en las furgonetas
Cuando entre en vigor, la ley prohibirá fumar y vapear en vehículos de uso laboral, incluidas cabinas de camiones y furgonetas, aunque el conductor viaje solo. Organizaciones como la Confederación Española de Transporte de Mercancías y la patronal de transportistas Fenadismer tachan la medida de “desproporcionada”.
Esta organización cree que la medida podría comprometer la seguridad vial por las posibles “situaciones de mayor estrés y ansiedad” para los conductores fumadores, lo que podría “alterar sus habilidades de conducción”. Los transportistas profesionales pueden estar hasta cuatro horas y media seguidas conduciendo.
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Además, Fenadismer considera que esta medida resulta “discriminatoria”, ya que no establece la misma prohibición para los conductores particulares. Los automovilistas podrían seguir fumando en sus vehículos, incluso acompañados de terceras personas.
El reglamento de circulación no prohíbe fumar mientras se conduce, si bien la Dirección General de Tráfico (DGT) lo considera peligroso y la Guardia Civil puede multar a un conductor si cree que la acción de fumar lo ha distraído o ha impedido que maneje el vehículo con la atención o habilidad necesarias.
“En fumar un cigarrillo se tardan unos cuatro minutos. En ese tiempo, si circulas a 100 km/h habrás recorrido seis kilómetros. A lo largo de seis kilómetros pueden pasar muchas cosas y la atención del conductor no ha estado al 100% en la carretera”, argumenta la DGT.
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