Mazda MX-30 R-EV: el eléctrico se convierte en híbrido enchufable

El Mazda MX-30 es el primer eléctrico de Mazda, un crossover que optó por un enfoque diferente al de los demás modelos sin emisiones: baterías más pequeñas y menos pesadas para conseguir una autonomía racional de uso.

Ahora, suma una segunda versión de naturaleza híbrida enchufable y que supone la vuelta del motor rotativo, característico de la compañía. Así es el Mazda MX-30 R-EV, que ha abierto sus reservas por 38.050 euros.

Mazda MX-30 R-EV

Como ya hiciera con el eléctrico, de nuevo Mazda ha optado por un camino poco convencional para dar forma a su híbrido enchufable.

En lugar de optar por una combinación de motor térmico, motor eléctrico y batería, pudiendo actuar los dos primeros individualmente o de manera conjunta para mover el vehículo, en el MX-30 R-EV siempre es el bloque eléctrico el que mueve las ruedas. El motor de combustión, denominado como motor rotativo 8C, solo actúa como generador para recargar la pila.

Un motor rotativo como generador

La ventaja principal que tiene este sistema es que las sensaciones de conducción son siempre idénticas y son las propias de un coche eléctrico, es decir, con una respuesta inmediata a la presión sobre el acelerador.

De esta manera, el conjunto desarrolla una potencia de 170 CV (125 kW) y la batería tiene una capacidad de 17,8 kWh, lo que le permite circular en modo eléctrico durante hasta 85 kilómetros (110 si se lleva a cabo solo conducción urbana), por lo que tiene la etiqueta Cero de la DGT.

A su vez, cuenta con un depósito de gasolina de 50 litros, para cuando el motor de combustión tenga que entrar en acción para alimentar la batería. Lo hará siempre que haya desplazamientos más largos que los habituales en el día a día.

Estéticamente, es prácticamente idéntico al MX-30 eléctrico, pero en su presentación se ha mostrado el Edition R, una edición especial caracterizada por el tono de carrocería Maroon Rouge Metallic, inspirado en el del primer turismo de Mazda, el Mazda R360 Coupé. Además, en el interior luce elementos de diseño exclusivos, como el emblema en forma de rotor presente en los reposacabezas y las alfombrillas.

En los últimos meses, hay una marca que ha optado por una solución parecida. Nissan, con su sistema e-Power, también utiliza un motor de gasolina para alimentar al eléctrico, que es el que mueve las ruedas.

Sin embargo, en su caso no tiene autonomía en modo sin emisiones, así que se considera un híbrido convencional y tiene la etiqueta ECO de la DGT.