¿Por qué cada vez hay más tramos de carretera pintados de rojo?

España es uno de los países que ha apostado por esta fórmula: hace 15 años tiñó parte de la red autonómica de Murcia con este tono.

exceso de velocidad

Foto: Getty

A pesar de las severas sanciones, hay ciertas conductas que no parecen disminuir en algunos conductores: los excesos de velocidad son un buen ejemplo. Por eso, se han diseñado innovaciones estructurales, como carreteras rojas, para proteger a todos los usuarios de la vía.

Son, en realidad, soluciones poco habituales como tintar el asfalto. El objetivo que buscan con ellas pasa por poner el riesgo delante de los ojos de los conductores. Razón por la que cada vez hay más tramos de carretera pintados de rojo.

Cada vez es más frecuente ver vías de este color por todo el mundo: ¿qué deben hacer los conductores cuando se encuentran con una de ellas? En realidad, este tono no obliga a nada: lo usan porque juega con el subconsciente de quien está al volante.

La creencia general apunta a que el color rojo tiene una notable fuerza simbólica y, al mismo tiempo, es muy útil a nivel visual. La presencia de esta pintura permite a los conductores notar diferencias estructurales frente a un pavimento normal: la rugosidad es distinta.

Este tono está, además, asociado a un concepto de peligro o de prohibición: cuando el semáforo es de este color no se puede pasar, es el de la señal de stop, el de las que indican prohibición, el de las que son de peligro…

A la hora de alertar es la tonalidad que mejor funciona con los conductores. Su presencia en el asfalto consigue que sean más precavidos en sus formas al volante. En consecuencia, las carreteras rojas evitan los excesos de velocidad, minimizan el riesgo de accidente…

España, un ejemplo

El índice de peligrosidad de las carreteras convencionales de España es elevado: no en vano, concentran la mayoría de los siniestros mortales. Una fórmula con la que se podría solucionar este problema pasa por pintarlas de rojo para enviar un aviso al conductor: aquí hay una amenaza.

En agosto de 2009, varios tramos de la red autonómica de Murcia se tiñeron de rojo: seis meses después, comprobaron que la siniestralidad se había reducido un 42,8% respecto a la media de los cuatro años anteriores.

En la actualidad, 15 años después de haber pintado aquellos tramos de rojo, la intensidad del color se ha perdido. A pesar de ello, la Dirección General de Tráfico (DGT) sigue mencionando las carreteras rojas de Murcia como uno de los sistemas para reducir la siniestralidad en las vías interurbanas.

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