Hasta que se democratizó el uso del automóvil, solo los magnates de cada país podían disponer de una de estas innovadoras máquinas. A la vez que más gente conseguía acceder a un coche, las autoridades tuvieron que reglamentar tanto en el apartado de la circulación como en el de las aptitudes para conducir. Así nació el carné de conducir.
España fue el primer país del mundo en legislar sobre una licencia común para poder manejar un automóvil. El 20 de septiembre de 1900, la Gaceta de Madrid publicó un Real Decreto firmado por la reina María Cristina que exigía a automóviles y automovilistas una serie de documentos para circular por vías abiertas al tráfico.
A día de hoy quién no posee una licencia no puede conducir, aunque hay mucha gente que no quiere sacarse el carné o que después de obtenerlo no le apetece conducir. Más allá de la amaxofobia (miedo a ponerse tras el volante) existen otra serie de problemas que impiden conducir a mucha gente en el mundo. Este es un listado de los famosos que no conducen.
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J.K. Rowling
La escritora británica, artífice de la saga de Harry Potter, siempre ha tenido problemas para conducir. “Debido a que no tengo una percepción espacial como la de todo el mundo, no puedo trabajar con máquinas y tengo una tenue comprensión de la realidad. Realmente es mejor para todos que no conduzca”, dijo en su cuenta de Twitter hace un tiempo.
Mariah Carey
En el caso de la diva de la música pop, a ella sí le gustan los coches. Y, de hecho, cuenta con una buena colección, pero exclusivamente para estar expuestos como obras de arte. La cantante no dispone de carné de conducir y desde hace muchos años se desplaza con un chófer privado.
Robbie Williams
Desde muy joven, el cantante se movía por Londres en transporte público y taxis, ya que en la ciudad inglesa, según sus palabras, “no se puede conducir porque el tráfico es terrible”. A raíz de trasladar su residencia a Los Ángeles, sí que se arrepintió de no contar con el permiso de conducir. Así, en 2011 declaraba: “Teniendo 37 años y sin una licencia de conducir en Los Ángeles, no es la mejor solución…”.
Christina Aguilera
En el caso de la cantante estadounidense, sí que dispone de carné de conducir desde hace años, pero tiene miedo a ponerse tras el volante. Su recelo son los paparazzi: “No conduzco. Bueno, tengo el carnet desde los 21. Me aterroriza conducir en Los Ángeles, con paparazzi siguiéndome por todos los lados y atropellarlos, he escuchado historias que me asustan”.
Barbra Streisand
La estrella de la canción lleva muchos años sin conducir. Primero porque tuvo algún percance (como meterse en la autopista en dirección contraria) y después porque no aprobó la renovación del permiso de conducir. Ahora, con 81 años, la actriz ha decidido terminar definitivamente su relación con el volante.
Ricky Gervais
El humorista británico fue designado para protagonizar una serie para la televisión cuyo eje central eran los coches. La sorpresa de los productores fue tremenda cuando el propio Gervais les reveló que no conduce ni tiene coche propio, ni siquiera cuenta con el preceptivo carnet de conducir.
Kate Beckinsale
La protagonista de la saga de películas ‘Underworld’ ha confesado que vive atrapada en su casa, puesto que no tiene licencia de conducir ni coche. Una forma de decir que no tiene la libertad de moverse por sí misma: siempre tiene que usar taxis o coches de Uber o Cabify para ir de un lado a otro. Su hija se acaba de sacar el carné y hace de chófer ocasional de su madre.
Tina Fey
La estrella de la comedia sí que ha tenido carné y coche, pero hace tanto de eso que ya se le ha olvidado conducir. Así mismo, lleva años sin renovar la licencia. De todas formas, ella misma ha reconocido que la ciudad de Nueva York, donde reside, es caótica para conducir.
Cardi B
La rapera neoyorquina es otra de esas estrellas que, a pesar de que los coches de alta gama son el eje de muchos de sus videoclips, nunca ha conducido. La propia cantante ha reconocido en algunas entrevistas que sí que compra coches de lujo para su garaje, pero únicamente para hacerse fotos con ellos.
Carey Mulligan
La actriz, que vive a caballo entre el Reino Unido y los Estados Unidos, tiene una relación complicada con los coches. Cuentan que en 2010 tuvo que ponerse tras el volante en la película Nunca me abandones y dicen que la experiencia le resultó traumática. Aun así, y con mucho esfuerzo, consiguió sacarse el carné en Estados Unidos, lo que le impide conducir en el Reino Unido. Al final, reconoce que cada vez coge menos el coche.
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