Desde que empezó 2024, de manera progresiva, los conductores han comprobado que llenar el depósito les cuesta un poco más. Lógico. El precio de la gasolina y el diésel está experimentando una subida: ¿cuáles son las causas?
Fue en septiembre de 2023 cuando el precio de la gasolina y el diésel comenzó a dibujar una curva descendente: cuando terminó el año, la bajada de precio de esos tres meses era de casi un 15% para la gasolina y de algo más del 13% para el diésel. Esta tendencia se rompió en enero de 2024, momento en el que las cifras comenzaron a repuntar.
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Tras varias semanas al alza, la gasolina y el diésel se han encarecido más de un 2,5%. Traduciendo este porcentaje a la práctica, quiere decir que los precios han subido unos seis céntimos desde principios de 2024. Por lo tanto, llenar el depósito les cuesta a los conductores entre dos y tres euros más.
No en vano, la gasolina terminó 2023 con un precio medio de 1,540 euros por litro, mientras el diésel lo hacía en 1,499 euros por litro. Hoy, según los datos de la web Diésel o Gasolina que, a su vez, se nutre del Ministerio de Transición Ecológica, el litro de gasolina cuesta 1,611 euros y el de diésel se sitúa en 1,567 euros.
Los conflictos internacionales
El precio del petróleo (y, en consecuencia, el de la gasolina y el diésel) es sensible a ciertos factores. No sólo depende de la cotización del barril Brent, el índice de referencia en Europa, también del crudo disponible, del coste de su extracción, de la oferta y la demanda, del cambio de divisa, de los impuestos o de los conflictos internacionales.
En este sentido, la guerra entre Israel y Hamás y los ataques en el Mar Rojo siguen teniendo influencia en el precio de la gasolina y el diésel. Y la constante posibilidad de que haya una escalada del conflicto, agudiza, aún más, esas oscilaciones. Tampoco hay que olvidar la guerra de Ucrania y la permanente amenaza de las decisiones que puede llegar a tomar Vladimir Putin.
Las decisiones de la OPEP
A esto hay que añadir las decisiones de la OPEP+, cuyos países miembro determinan el nivel de producción. Esta organización decidió que, en 2024, iba a recortar la producción de petróleo en un millón de barriles.
Un movimiento que también ha imitado Arabia Saudí, Argelia (-51.000 barriles), Emiratos Árabes Unidos (-163.000), Irak (-211.000), Kazajistán (-82.000), Kuwait (-135.000), Omán (-42.000) y Rusia (-500.000 barriles por día).
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