Electrificación del automóvil sin mucho entusiasmo, los últimos avances en coches de hidrógeno y conducción autónoma, y furor por las nuevas soluciones de transporte y la movilidad del futuro, incluidos algunos prototipos imposibles. Son las tendencias que definen el Salón de Tokio 2019 (del 23 de octubre al 4 de noviembre), que ha abierto hoy sus puertas en la megaurbe japonesa.
Quizá porque el accidente de Fukushima y el cierre de varias centrales nucleares no han dejado mucho margen para aumentar el consumo de electricidad con coches de baterías, lo cierto es que Japón ha adoptado un papel bastante pasivo en la electrificación del automóvil.
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Solo Nissan, pionera del coche eléctrico y Toyota, líder mundial en ventas de híbridos, se han saltado la tendencia general. Pero ahora todos los fabricantes empiezan a apostar por los modelos enchufables, aunque más por obligación ante las exigencias del mercado chino y las nuevas normas europeas de emisiones, que por convicción propia.
Empezando por Toyota, la marca japonesa ha instalado un espacio sin coches en el que muestra las nuevas formas de movilidad del futuro dando un protagonismo especial a la distribución de mercancías puerta a puerta. Así, destaca el e-Palette, una plataforma modular con mecánica eléctrica y conducción autónoma que admite múltiples configuraciones, como un minibus autónomo de apenas 5,2 metros de largo, pero con capacidad de hasta 20 plazas o cuatro sillas de ruedas. Entre otras funciones, se puede personalizar también como tienda, oficina, hotel y furgoneta de reparto de paquetería. Las primeras 10 unidades se estrenarán en los Juegos de Tokio 2020 para dar servicio de última milla en la Villa Olímpica.
Toyota ha desvelado su estrategia de electrificación en una serie de conferencias, con futuros modelos eléctricos e híbridos enchufables que irán llegando de aquí a 2025, cuando toda su gama tendrá una versión eléctrica. Y presenta una variada oferta de nuevos modelos que cubren todas las necesidades de transporte personal, repartidos por diferentes zonas del salón.
Es el caso del avance de la segunda generación del Mirai, su modelo de hidrógeno, del que ha vendido ya 10.000 unidades. El Mirai 2 Concept estrena plataforma (chasis), crece hasta 4,97 metros de largo y adopta una imagen y un comportamiento mucho mas deportivos. Además, ahora ofrece más espacio interior, incluye cinco plazas y mejora un 30% su autonomía, hasta unos 600 kilómetros con el nuevo ciclo de homologación WLTP, mas realista. Y elevará la capacidad de producción hasta 3.000 unidades al año.
Entre los más pequeños, destaca el Toyota i-Walk, un patinete eléctrico de tres ruedas con tres versiones: una para circular de pie, otra sentado (tercera edad) y otra para remolcar una silla de ruedas que llegarán al mercado entre finales de 2020 y principios de 2021. Los estrenos se completan con dos eléctricos ultracompactos, pensados tanto para particulares como para empresas de movilidad.
Otro es el Ultra Compact BEV, su visión del Smart Fortwo eléctrico, un biplaza de solo 2,5 metros de largo (como el primer Smart) y 100 kilometros de autonomía. El otro es el Business Concept, un minibús en miniatura con el interior diáfano y la mecánica eléctrica bajo el piso que se puede configurar con cuatro plazas para viajar, o transformarlo en oficina o zona de relax para dar una cabezada. El EQ saldrá a principios de 2020 y podría ser el primer modelo 100% eléctrico de Toyota, un condicional que se justifica porque la marca no confirma ni la fecha ni el modelo que inaugurará esta electrificación completa, sólo asegura que su gama estará a punto cuando la demanda y los precios se ajusten a las necesidades de los clientes.
“La movilidad compartida derivará en que las alternativas de transporte individual, que tenderán a reducirse, sean cada vez más personales”. La frase, pronunciada por Akio Toyoda, presidente de Toyota, ha servido como introducción para presentar el e-Racer, un prototipo que materializa la visión de la marca de cómo podría ser una de estas nuevas interpretaciones del coche privado, que dejará de ser un medio de transporte para convertirse en un objeto lúdico.
Se trata de un modelo futurista, con formato de fórmula, dos plazas y mecánica eléctrica. Y aunque no se han desvelado datos de su potencia o rendimiento, el objetivo es ofrecer prestaciones, dinamismo y ausencia de emisiones con un traje y un planteamiento radicalmente originales.
Lexus, por su parte, ha anunciado también su primer modelo eléctrico para el año que viene, aunque no se mostrará hasta el próximo noviembre. Pero en Tokio su gran estrella es el LF-30, un prototipo futurista que adelanta una visión del ADN y las lineas maestras de sus futuros modelos con la mirada puesta en 2030.
Destacan sus cuatro motores, uno en cada rueda, que suman 536 CV y le permiten acelerar de 0 a 100 km/h en solo 3,8 segundos. Y equipa unas baterías de 110 kWh que proporcionan 500 kilometros de autonomía. Pero lo mejor es su línea, con una silueta cupé exquisita y futurista que lleva toda la zona superior acristalada: el parabrisas se prolonga por el techo hasta fundirse con la luneta trasera, y las puertas son del tipo alas de gaviota (se abren hacia arriba).
Del resto de las marcas el gran protagonista es el Mazda MX-30, el primer eléctrico del fabricante japonés. Se trata de un crossover, más alto que un turismo, pero más bajo que un SUV, y lleva las puertas en compás, con apertura opuesta para facilitar el acceso. No tiene el gancho estético de los últimos modelos de la marca, como los Mazda 3 y CX-30, pero lo más curioso es su original receta eléctrica, porque no busca la máxima autonomía, sino unos precios más competitivos.
Así, combina un motor eléctrico de 140 CV y unas baterías de solo 35,5 kWh que apenas le darán 200 kilometros de autonomía, suficientes para la ciudad. Pero a cambio le permiten ofrecer un precio inferior a 30.000 euros cuando llegue a España en octubre del año que viene, muy por debajo de todos los rivales eléctricos de su tamaño, que con 4,39 metros de largo es similar al de su hermano CX-30
Los estrenos se completan con modelos de serie, como la nueva generación del Subaru Levorg, con una imagen elegante y deportiva muy conseguida, o el Honda Fit, la variante japonesa del Jazz. Y hay también otros prototipos espectaculares, algunos plenamente viables, como el Nissan Ariya Concept, que con un tamaño algo superior al Qashqai podría adelantar la imagen de su próxima entrega. Y otros excesivamente futuristas, como el Mitsubishi Mi- Tech, un SUV descapotable y rompedor que podría anunciar detalles del nuevo lenguaje de diseño de la marca.
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