Los conductores son una de las víctimas predilectas de los delincuentes. No sólo intentan engañarlos en las gasolineras o con multas falsas de la Dirección General de Tráfico (DGT), también buscan aprovecharse de ellos cuando han sufrido una avería o un accidente. ¿Cómo? Con el timo de la grúa.
Ha sido la Guardia Civil quien, aprovechando sus redes sociales, ha advertido sobre el timo de la grúa o del familiar. Los delincuentes eligen como víctima a personas mayores, que, además, suelen vivir solas. Una vez escogido el objetivo, comienza la etapa de documentación.
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O lo que es lo mismo: recopilar toda la información personal y familiar de la víctima. Investigan detalles sobre sus hijos y familiares directos, así como datos de interés relacionados con ellos. De esta manera, saben a quién ayudaría o prestaría dinero sin reparo alguno.
La estrategia del timo de la grúa
Una vez documentados, el modus operandi de los delincuentes consiste en acudir al domicilio de la víctima. Allí fingen que conocen a uno de sus familiares o amigos ofreciendo detalles personales sobre esa persona: así consiguen dar credibilidad a la historia.
Una vez allanado el terreno, le informan de que ha sufrido una avería o un accidente y desvelan que no dispone de dinero en efectivo para pagar a la grúa: razón por la que han solicitado al conductor de este vehículo que se persone en su casa. Es entonces cuando le piden cierta cantidad.
Según la Guardia Civil, en ocasiones, los estafadores aprovechan el descuido de la víctima o la distracción durante la búsqueda de dinero para robar en la vivienda. Otras veces, ofrecen objetos de valor a precios reducidos para aprovechar una supuesta situación económica apurada: resultan ser imitaciones de baja calidad.
Las grúas piratas
No es el único timo relacionado con este servicio. Existe otro conocido como la grúa pirata: en este caso, los estafadores circulan con vehículos de este tipo, imitando a los de las aseguradoras y a los de las compañías que brindan este servicio. Tanto es así que los rotulan de la misma manera para confundir a las víctimas.
Se mueven por carreteras estratégicas para interceptar a conductores que han tenido una avería o han sufrido un incidente. En esta situación, la actuación lógica pasa por llamar a la compañía de seguros para que manden una grúa: en ese tiempo de espera es cuando actúan rápidamente.
Llegan al lugar donde ha tenido lugar la avería o accidente, cargan el coche y piden al conductor una cantidad de dinero en efectivo, afirmando que la aseguradora se encargará de devolvérselo. Algo que no ocurrirá: la víctima sólo será consciente de ello cuando llegue el vehículo real.
Para evitar este tipo de situaciones fraudulentas, hay que tener en cuenta que las grúas oficiales nunca piden dinero al conductor para abonar el servicio prestado. Además, es recomendable pedir a la compañía de seguros datos sobre el conductor y sobre el vehículo, como, por ejemplo, la matrícula, para evitar el timo de la grúa pirata.
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