¿Y si sólo pudieras asegurar tu coche si ha pasado la ITV?

El absentismo en las Inspecciones Técnicas de Vehículos (ITV) es uno de los grandes problemas de seguridad vial y medio ambiente relacionados con el tráfico en España.  Afecta a uno de cada cinco vehículos que circulan por las carreteras nacionales, llegando este porcentaje al 40% entre las furgonetas, el 43% entre las motocicletas y nada menos que el 58% entre los ciclomotores. Una situación muy preocupante que ha sido objeto de debate, entre otras cuestiones, en las Jornadas Nacionales de ITV que se han celebrado en Zaragoza.

Las soluciones a esta problemática que se plantean desde AECA-ITV (Asociación Española de Entidades Colaboradoras de la Administración en la Inspección Técnicas de Vehículos) son varias y de diferente calado, desde la concienciación en las propias escuelas a la coordinación entre los diferentes estamentos involucrados.

Pero sin duda, una de las más llamativas y que también podrían tener un efecto evidente en la reducción de este absentismo es la creación de fórmulas que dificulten e incluso prohíban la contratación o emisión de pólizas de seguro a aquellos vehículos que no tengan la ITV en vigor.

Por el momento se trata tan sólo de una línea de trabajo de la entidad que representa a más de 440 estaciones de ITV en todo el país, en unas negociaciones que no son sencillas pero que confían llevar a buen puerto. Su desarrollo pasa por alcanzar un acuerdo con UNESPA, la patronal de las aseguradoras, y con las propias compañías del sector para, una vez alcanzado, diseñar con la Dirección General de Tráfico las fórmulas que bloqueen el acceso al seguro obligatorio a los vehículos que no superen otro trámite que también lo es como la inspección técnica.

Se trata de una media disuasoria que podría empujar a los propietarios de los más de seis millones de vehículos (sobre un parque total de 34 millones) que circulan sin ITV por las carreteras españolas a cumplir con la normativa. Porque en este supuesto, más allá de la sanción por no superar el trámite en tiempo y forma (multa de 200 euros), se afrontarían todas las consecuencias legales de hacerlo sin asegurar.

Conviene recordar que ya en la actualidad circular sin la ITV en vigor cuando corresponda (con plazos que varían dependiendo del tipo de vehículo y su antigüedad) supone la exención de las aseguradoras de sus compromisos en caso de accidente. La sanción por carecer del seguro obligatorio, además, es muy superior a la de no pasar la ITV, ya que asciende a 1.500 euros.

En opinión de Guillermo Magaz, director gerente de AECA-ITV, precisamente esa liberalización de responsabilidades representa el principal escollo para activar la colaboración con las aseguradoras: “Consideramos que si un vehículo no puede pasar la ITV sin contar con el correspondiente seguro obligatorio debería ser exactamente igual a la inversa, que no se pudieran emitir pólizas en aquellos casos que no se haya superado la inspección. El problema es que la competencia comercial entre las compañías es fuerte y la medida resultaría poco popular para sus clientes. Sin embargo, queremos trabajar con Unespa en este sentido y tratar la cuestión dentro del plano de la responsabilidad social, combatir el absentismo debería ser un desafío común”.

Para el directivo de la asociación hay que atajar las reticencias de quienes siguen viendo la ITV como un trámite tedioso y sin utilidad: “Un porcentaje del 20% de vehículos sin inspeccionar suponen seis millones de ellos circulando en condiciones comprometidas y esto es algo insostenible para la seguridad y la eficiencia. Nosotros sólo podemos informar y proponer soluciones a la DGT, son los legisladores quienes deben concretar las normas. Pero si en Alemania el absentismo es del 2% y en España lo multiplicamos por diez es evidente que algo se está haciendo mal”.