Pocos fabricantes de automóviles han conseguido vender tanto en tan poco tiempo. La historia de Tesla es tan corta como espectacular, y los diversos percances industriales y legales a los que se ha enfrentado no han conseguido frenar una fulgurante expansión por todo el mundo.
El peculiar recorrido de Tesla comenzó con el presente siglo, en 2003, cuando fue creada por los emprendedores estadounidenses Martin Eberhard y Marc Tarpenning, que asumieron respectivamente las funciones de presidente y director financiero.
La compañía nació con el objetivo inicial de desarrollar y fabricar coches eléctricos deportivos, pero también de convertirse en una empresa tecnológica que desarrollara baterías, programas informáticos, sistemas de producción de energías renovables y motores sin emisiones de última generación.
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En lo respectivo a la financiación, la empresa recurrió a varias fuentes, algunas oficiales. Aunque la parte más importante, 30 millones de dólares, llegó de las manos de Elon Musk.
Entre otros logros en el campo de las nuevas tecnologías, Musk había sido cofundador del sistema de pago digital PayPal. Una contribución que le permitió estar ya desde 2004 en el consejo de administración de la compañía.
La inspiración de Nikola Tesla
Para dar nombre a la nueva marca de coches, sus fundadores quisieron rendir homenaje a Nikola Tesla, un brillante científico e inventor de origen serbio y nacionalizado estadounidense, que consiguió grandes avances a principios del pasado siglo en el campo del electromagnetismo.
Tras unos años de desarrollo, en 2008 llegó al mercado el primer modelo de Tesla. Se trataba del Roadster, un coche biplaza descapotable basado en el Lotus Elise, con carrocería de fibra de carbono y al que se adaptó una mecánica 100% eléctrica.
El pequeño deportivo de 248 CV asombró por sus prestaciones, acelerando de 0 a 100 km/h en 3,9 segundos. También por una autonomía eléctrica nunca vista que marcó una nueva referencia en este apartado.
Con una sola carga, era capaz de recorrer una distancia de 360 kilómetros sin emisiones. Y su revolucionaria batería de ion-litio se recargaba en tres horas y media. Aunque su precio, de 109.000 dólares (100.000 euros al cambio actual) ya lo situaban entre los coches del segmento más lujoso. Todavía hoy en día sigue siendo uno de los coches más codiciados en el mercado de segunda mano.
El despegue de ventas con el Model S
La electrificación del transporte no llegó a la velocidad que se esperaba y tanto Eberhard como Tarpenning abandonaron sus cargos en 2008. Musk los relevó personalmente en la dirección, dando un nuevo empuje a la compañía y, dos años más tarde, Tesla empezó a cotizar en bolsa.
Sin embargo, el despegue definitivo llegó en 2012 con el lanzamiento del Model S, una berlina de diseño muy avanzado y cuya tecnología superaba en todo al Roadster. Tan solo tres años después de su llegada al mercado ya era el coche eléctrico más vendido en el mundo y su gama ofrecía tres versiones atendiendo a la capacidad de batería.
La más potente permitía recorrer 483 kilómetros. En 2020, llegó una cuarta versión con una autonomía aún mayor, de 614 kilómetros, otro récord que consiguió la marca estadounidense sin que los fabricantes tradicionales pudieran hacerle sombra.
Mientras tanto, el visionario Elon Musk se apuntó otro éxito más al establecer la red de carga rápida Superchargers, desplegándola en Estados Unidos y Europa. Así, sus clientes podrían usar sus vehículos para emprender viajes largos por ambos continentes, cargando sus baterías en poco tiempo y, al principio, sin coste alguno.
El fenómeno SUV
El fenómeno SUV aceleró en 2015 la llegada de un nuevo modelo especialmente desarrollado para el mercado estadounidense, el Model X. Dispone de una carrocería más alta, del tipo crossover capaz de albergar hasta siete ocupantes y en la que destacan unas puertas singulares que se abren como las alas de un halcón.
Tesla había crecido hasta entonces en el mercado de los eléctricos con modelos grandes, lujosos y excesivamente caros para la mayoría de los automovilistas. Pero la creciente demanda de coches eléctricos requería soluciones más asequibles, por lo que en 2016 la marca lanzó el Model 3.
La acogida comercial no pudo ser mejor y, nada más abrir el periodo de reservas, la web de Tesla se saturó con 325.000 pedidos en una semana. Emulando a su hermano mayor, el Model S, la berlina de tamaño medio se alzaría dos años después como el coche eléctrico más vendido, sumando 146.000 matriculaciones por todo el mundo.
Un logro que sin embargo hizo tambalearse a la compañía, incapaz de mantener el ritmo de producción para satisfacer la creciente demanda y que obligó a Tesla a realizar grandes inversiones en nuevas plantas industriales.
El polémico Autopilot
Pese a las dificultades, otro modelo llegó en 2019 para completar la gama del fabricante americano. El Model Y es un SUV basado en la plataforma del Model 3 y de un tamaño menor que el Model X.
Pero al igual que este, su interior dispone de tres filas de asientos con siete plazas, alojando en su base una batería de alta capacidad que le otorga una autonomía de 480 kilómetros.
Inicialmente fabricado en la Tesla Factory californiana de Fremont, también se ha extendido su producción a las gigafactorías de Berlín y Shanghái para cumplir con la demanda europea y asiática de este modelo.
La innovación de los Tesla ha sido igual de rápida que su crecimiento y le ha supuesto a la marca algunos serios contratiempos. Como en el caso del sistema de conducción autónoma Autopilot, que ha estado en el origen de diversos accidentes de gravedad y ha generado numerosas demandas contra la empresa.
Por otro lado, la compra de Twiter por Elon Musk y sus consecuencias financieras ha repercutido negativamente en la marca de coches, que ha acusado en los últimos meses una importante bajada en bolsa.
El deportivo más rápido del mundo
Pese a todo, recientemente el fabricante se ha permitido bajar los precios para mantener sus buenas cifras comerciales y ya tiene preparados nuevos y avanzados modelos.
Es el caso del futurista todoterreno Cybertruck, cuya llegada ha sido aplazada en repetidas ocasiones y que iniciará su producción este próximo verano, como acaba de anunciar Elon Musk.
Otra novedad muy esperada es la segunda generación del Roadster, del que el dueño de la marca ya ha prometido que será el deportivo más rápido del mundo. Con 1.020 CV y una aceleración de 0 a 100 km/h en apenas dos segundos también debería iniciar su producción a lo largo de este mismo año.
Además, en la categoría del transporte pesado, ha llegado el impresionante Semi Truck, un revolucionario camión eléctrico con 804 kilómetros de autonomía, capaz de transportar 37.000 kilos de carga y del que el fabricante ya ha realizado las primeras entregas en Estados Unidos.
El logotipo de Tesla
En cuanto al logotipo de la marca, sus estilizadas formas parecen recrear la inicial del apellido Tesla, contrastadas en negro y plata para realzar su avanzada tecnología.
Sin embargo, la gran T del emblema se basa en los planos del corte de un motor eléctrico de inducción (asíncrono), que son los utilizados hoy por la marca. Unos planos que son los originales y que fueron dibujados en su día por la propia mano del genial inventor.
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