Citroën empezó 2020 con la presentación de un modelo bastante peculiar, el Ami, un pequeño vehículo pensado para la movilidad urbana y que destaca por varios aspectos. Es eléctrico, tiene un precio muy asequible (unos 6.000 euros), se ofrece con varias fórmulas (compra, alquiler a largo plazo o coche compartido) y puede conducirse sin carnet.
Más información
Son suficientes argumentos como para llamar la atención del público, pero Citroën es consciente de que los compradores cada vez otorgan una mayor importancia a la personalización del vehículo. Por eso, como en otros modelos de su gama, la firma pone a disposición de sus clientes una amplia variedad de detalles entre la que elegir.
El urbanita contará hasta con siete versiones diferentes, pero todas ellas parten del denominado Ami Ami, la propuesta más sencilla y que actúa como base para instalar accesorios y paquetes de equipamiento.
Existen cuatro kits de personalización de cuatro colores (Grey, Blue, Orange y Kahki), que comparten una serie de elementos tanto estéticos como funcionales. Entre los primeros se encuentran adornos para las ruedas y la parte inferior de las puertas; entre los segundos están la red de separación central, la red de puerta, las alfombrillas, un hueco de almacenamiento en la parte superior del tablero de instrumentos, un gancho para bolsa, el clip para smartphone y la caja DAT@MI, que permite conectar el móvil con la aplicación My Citroën. Todos ellos pueden adquirirse por separado si no se elige ninguno de los kits completos.
A esto se suman otros dos paquetes. El Ami Pop, decorado en color naranja, suma un alerón trasero; el Ami VIBE, que busca un toque más sofisticado, tiene el tono gris como protagonista y suma cubiertas para el techo.
Presentado como prototipo en 2019, el Citroën Ami está calificado como cuadriciclo ligero de tipo ciclomotor, tiene un peso de apenas 485 kilos y combina un pequeño motor (cuya potencia no se ha confirmado) con una batería de 5,5 kWh de capacidad. Esto le permite circular a velocidades de hasta 45 km/h (el máximo legal permitido para este tipo de vehículos) y homologar una autonomía eléctrica de 70 kilómetros. Se puede recargar en una toma de 220V en tres horas, así como en postes de carga rápida en periodos más breves.
Sigue toda la información de EL MOTOR desde Facebook, Twitter o Instagram