China y Estados Unidos han sido los primeros países que han limitado la carga pública de coches eléctricos (VE). Lo hicieron durante la pasada temporada estival para hacer frente a una puntual escasez de energía causada por una excesiva demanda debida al uso generalizado del aire acondicionado.
El inmenso país asiático, donde ya circulan unos seis millones de vehículos de este tipo, comenzó a limitar el suministro a principios de septiembre y clausuró al público buena parte de los supercargadores de alta capacidad.
Por su lado, una intensa ola de calor motivó que el Estado de California emitiera en agosto una alerta que restringía el consumo eléctrico en general. En concreto, impedía a los modelos sin emisiones cargar sus baterías durante las horas críticas con mayor demanda.
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Las circunstancias anteriormente descritas fueron desencadenadas por las altas temperaturas, pero ahora es el frío el que amenaza con restricciones similares en el mismo corazón de Europa. Francia, adelantándose a un invierno que se anuncia energéticamente muy complicado, se plantea interrumpir periódicamente el suministro eléctrico de los postes de carga públicos.
El peligro de una demanda excesiva en invierno
La propuesta ha sido publicada en las previsiones de un informe elaborado por el RTE (Réseau de Transport d’Électricité), organismo que gestiona la red eléctrica en Francia.
El contenido propone unas medidas destinadas a compensar una demanda excesiva durante los meses más fríos que podría colapsar la distribución de electricidad durante las horas punta de consumo.
La crisis energética desatada a raíz de la guerra de Ucrania ha impulsado una escalada de precios de los combustibles. Pero también ha tensionado la producción de la electricidad que, en muchos casos, será vital durante este invierno para garantizar la calefacción y la iluminación de la población europea.
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Ante la previsión de escasez energética, ya se han establecido en diversos países del entorno, entre ellos España, unas limitaciones en cuanto a la temperatura en el interior de los edificios y en el alumbrado de los comercios.
Sin embargo, en Francia las medidas van a ir más lejos, porque los usuarios de coches eléctricos o híbridos enchufables (PHEV) se verán directamente afectados. No ya solo por el aumento progresivo de la tarifa eléctrica, sino también por la anunciada desconexión periódica de los cargadores públicos.
Una aplicación para el móvil
El informe del organismo galo contempla diversas variables en su previsión de los próximos meses, tales como la temperatura, la producción de energía nuclear y el suministro de gas importado. Pero también considera una serie de recomendaciones asumibles por los ciudadanos que ayudarían a reducir la demanda puntual de energía y ayudar así a mitigar los efectos de la crisis.
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Para lograrlo, los responsables de RTE aconsejan el uso de los postes públicos de recarga en horas valle, especialmente por la noche, cuando decae de forma considerable la demanda. Y para fomentar el buen uso de la red, la compañía estatal ha implementado una aplicación que informa al usuario de la demanda prevista a tres días vista.
Dependiendo de la localización, esta herramienta muestra un color diferente (verde, naranja o rojo), para que se pueda aprovechar el periodo más favorable para cargar el vehículo. Por otro lado, el informe puntualiza que los coches enchufables que se carguen en los domicilios no se verán afectados por los cortes previstos cuando la demanda sea excesiva.
Eso sí, aconseja a los particulares realizar las cargas a partir de las 20.00 y evitar hacerlo en los periodos diurnos comprendidos entre las 8.00 y las 13.00, y también entre las 18.00 y las 20.00, cuando se registra el mayor consumo eléctrico.
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