Polestar 4: el SUV cupé eléctrico que rompe con las reglas

Polestar exhibe una historia fascinante que se remonta a 1996, cuando nació como una marca de competición ligada a Volvo, ganando reputación por sus excelentes preparaciones y el cuidado por la ingeniería para ganar carreras. En 2017, la firma experimentó una transformación radical: se relanzó como una marca independiente dedicada exclusivamente a los vehículos eléctricos de altas prestaciones. Polestar fusionó su herencia deportiva con el diseño escandinavo y la tecnología de vanguardia, posicionándose rápidamente en el mercado prémium como un referente de la movilidad eléctrica.

Ahora, el Polestar 4, ha decidido sacudir el segmento de los SUV cupés eléctricos. Y lo hace con una apuesta visual tan rompedora como efectiva: elimina por completo la luneta trasera. Esta decisión, permite ampliar el techo panorámico, mejorar la aerodinámica y crear un interior más privado y envolvente para los pasajeros de las plazas posteriores. Una cámara trasera proyecta la visión en una pantalla de 10,2 pulgadas, garantizando una imagen nítida y sin obstrucciones, que supera en definición y detalle a un retrovisor convencional.

La presencia de este modelo, comparada con el resto de automóviles del segmento, es rotunda: 4,84 metros de largo, casi dos metros de ancho y una línea de techo baja que le aporta un carácter deportivo sin igual. Montado sobre la plataforma SEA del grupo Geely, el Polestar 4 combina rigidez, eficiencia y una estética minimalista en la que destacan, por ejemplo, los característicos faros en doble hoja de la marca.

Interior dominado por la tecnología

En su interior, el enfoque es claramente escandinavo: sobriedad, materiales reciclados y tecnología que se integra sin estridencias. Enorme protagonismo exhibe una pantalla central de 15,4 pulgadas con Android Automotive OS, desarrollada junto a Google. Desde ella se gestionan mapas, climatización, aplicaciones de terceros y todas las funciones del vehículo. El cuadro de instrumentos digital de 10,2 pulgadas y la proyección de información Head-Up Display completan un entorno totalmente digital.

El sistema de sonido Harman Kardon, los asientos con ventilación, masaje y la conectividad total (incluyendo actualizaciones remotas OTA que se reciben de forma inalámbrica sin cables ni visitas al taller) refuerzan su exclusividad. Es un coche que se actualiza, que evoluciona y que se conecta de manera inteligente con todos los servicios en el día a día.

Prestaciones eléctricas de alto nivel

Bajo su diseño elegante, el Polestar 4 esconde dos configuraciones mecánicas muy distintas entre sí:

• Long Range Single Motor (tracción trasera): con una potencia de 272 CV, una aceleración de 0–100 km/h en 7,1 segundos y hasta 620 kilómetros de autonomía WLTP.
• Long Range Dual Motor (tracción total): con 544 CV de potencia que permite acelerar de 0–100 km/h en solo 3,8 segundos y 590 kilómetros de autonomía WLTP.

Ambas versiones equipan una batería de 100 kWh y admiten cargas rápidas de hasta 200 kW, lo que permite pasar del 10% al 80% en tan solo 30 minutos. En carga doméstica o semirrápida, soporta hasta 22 kW, reduciendo notablemente los tiempos de espera.

Seguridad de referencia y precio competitivo

La herencia sueca se hace notar a la hora de poner el foco en la seguridad. El Polestar 4 presume de cinco estrellas Euro NCAP, gracias a sus siete airbags, su estructura reforzada y un arsenal de sistemas de seguridad: 11 cámaras exteriores, sensores ultrasónicos, radar y asistentes como Pilot Assist, frenada automática de emergencia o control de crucero adaptativo. También destaca, como ya se ha comentado, el retrovisor digital, que sustituye el espejo tradicional por una pantalla de alta definición.

Para aquellos conductores que quieran romper con las reglas establecidas, durante este mes de diciembre de 2025, el Polestar 4 está disponible desde 49.900 euros, una tarifa especialmente atractiva dentro del segmento prémium, especialmente si se tiene en cuenta su tecnología, su autonomía y su sobresaliente nivel de seguridad.