¿Cómo controlar que las baterías de un coche eléctrico respetan los requisitos de la Unión Europea sobre el uso de materiales reciclados y sostenibilidad? Con un documento que aporte transparencia a las cadenas de suministro, que muchos fabricantes, incluso, desconocen debido a los numerosos cambios que viven.
Con este punto de partida, el Viejo Continente ya ha registrado el pasaporte de baterías en el nuevo reglamento de baterías de la UE. Por un lado, esta normativa exige a los fabricantes hacer públicas las emisiones del proceso de fabricación. Y, por otro, les obliga a incrementar el uso de materiales reciclados hasta 2035.
El pasaporte de baterías entrará en vigor en 2027, momento en el que será imperativo para todos los coches eléctricos que se vendan en la Unión Europea. Serán los fabricantes de esta pieza los encargados de adaptarlo e incorporarlo.
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¿Cómo es el pasaporte de baterías?
El pasaporte de baterías es un documento digital. Estará integrado por un código QR y un número de identificación del vehículo propio (VIN, por sus siglas en inglés). Al escanearlo, devolverá información sobre la batería y su proceso de fabricación. También desvelará su estado de salud.
Lo cierto es que, de momento, Europa no ha especificado qué datos serán los que integren el pasaporte de baterías. Para definirlos han dado forma a un proyecto llamado ‘Battery Pass Consortium’, financiado por el Ministerio de Asuntos Económicos y Acción Climática de Alemania. Entre los socios que forman parte de él hay marcas como Audi o BMW.
Si todo va según lo previsto, el objetivo es que el pasaporte de baterías tenga siete categorías de información:
- Datos generales sobre la batería y el fabricante.
- Materiales y composición de la batería.
- Rendimiento y durabilidad.
- Huella de carbono de la batería.
- Cadena de suministros.
- Circularidad y eficiencia de recursos.
- Cumplimiento, certificaciones y etiqueta.
No será la única información que contenga el pasaporte. Este documento desvelará los materiales empleados (cobalto, grafito, litio, níquel…) y, sobre todo, su origen. De esta manera se podrá saber si son reutilizados o si su extracción ha sido sostenible.
Para ello, los fabricantes tendrán que especificar en qué lugar fueron minados, la geolocalización de los mismos, su peso o el tiempo de su procesamiento, entre otros detalles.
Transparencia y coste
Aunque el pasaporte de baterías apuesta por la transparencia, el acceso a la información no será igual para todos. Los fabricantes de coches podrán ver la totalidad de los datos, pero el conductor que adquiera el coche eléctrico sólo obtendrá la información general.
Y, por último, hay que tener en cuenta el precio que tendrá el pasaporte de baterías para los fabricantes de este componente. Ellen Carey, directora de Asuntos Externos de Circulor, la empresa especializada en la visibilidad de la cadena de suministro y creadora de este documento, ha desvelado al medio británico Autocar que su coste oscilará entre los ocho y los 15 euros.
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Desde que aprendió a hablar y escribir, una de sus pasiones siempre fue contar todo lo que pasaba a su alrededor. Hizo las maletas y cambió Zaragoza por Madrid para estudiar Periodismo en la Universidad Complutense. Antes de graduarse, el mundo del motor se cruzó en su camino… y nunca lo ha abandonado.