La falta de una infraestructura de carga competente no es un problema para aquellos conductores que disponen de un garaje propio en el que poder instalar un cargador. Sin embargo, son muchos los que viven de alquiler o no disponen de un aparcamiento propio: ¿cómo comprar un coche eléctrico si no va a poder cargarlo? Con una solución de lo más cotidiana.
No, no se trata de tirar un cable desde una casa hasta el punto de la calle en el que se ha aparcado el vehículo eléctrico. La compañía Voltpost ha centrado su foco en los conductores que no tienen garaje y para ellos ha ideado una carga regular y económica, prácticamente, en la puerta de su casa. Una idea que podría impulsar la adopción de este tipo de coches en cualquier parte.
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La idea de Voltpost pasa por llevar la carga de vehículos eléctricos a las calles de cualquier localidad, donde creen que es realmente necesaria. Han imaginado la posibilidad de aparcar en la puerta de un edificio de viviendas, de un bar o de un cine y, simplemente, enchufar el coche. O lo que es lo mismo: quieren eliminar la preocupación de tener suficiente energía para los trayectos diarios.
¿Cómo? Utilizando algo que está por todas partes: las farolas. Este elemento urbano está equipado con el cableado necesario para cargar el coche en la calle sin que suponga un enorme desembolso para el conductor. Con este punto de partida, Voltpost ha creado unos kits de conversión que se pueden instalar en menos de una hora.
Por ahora, Voltpost ha firmado un acuerdo de colaboración con el Departamento de Transporte de Nueva York para y tiene proyectos en diversas fases de desarrollo en ciudades como Chicago y Detroit.
Cómo convertir una farola en un cargador
El dispositivo contiene una cubierta modular (para facilitar las reparaciones y mejoras) que rodea la parte inferior de la farola y que contiene todo lo necesario para cargar entre dos y cuatro vehículos eléctricos o híbridos enchufables a velocidades estándar.
Los cables son retráctiles para evitar que toquen el suelo y, además, son de color verde neón para facilitar su localización cuando no hay suficiente luz solar. Tiene, además, un software personalizable para que cada empresa controle los precios y los dispositivos de forma remota.
Cuenta, también, con una aplicación para que los conductores puedan comprobar la disponibilidad de los cargadores más cercanos, reservarlos, supervisar la carga de su coche eléctrico y llevar a cabo el pago.
Cargadores en postes
Existen, eso sí, otras soluciones semejantes como la que planteó Trojan Energy en su momento. Esta compañía estadounidense creó postes de carga retráctiles, que salían de la acera para cargar el coche eléctrico y volvían a introducirse en ella cuando finalizó.
Estos cargadores pueden ofrecer potencias que van desde los 2 hasta los 22 kW: para ello, no obstante, se necesita un circuito de corriente alterna trifásica de 32 amperios. Además, en una misma conexión, admite hasta 18 cargadores funcionando en paralelo.
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