Ahora que tu coche consume más combustible, la pregunta es inevitable: ¿por qué?

¿El testigo de la reserva se enciende con más frecuencia? ¿Tienes que pasar por la estación de servicio antes de lo habitual? Esto puede deberse a varios factores, de todo tipo, que afectan el consumo.

La primera causa hay que buscarla en las manos del conductor: una conducción agresiva, con aceleraciones bruscas y frenadas fuertes, puede reducir la eficiencia del combustible en un 30-40%.

Otro motivo que pasa más desapercibido es el peso innecesario. Son muchos los que acumulan todo tipo de objetos en el maletero que añaden kilos al coche: también hay quien opta por no desmontar la baca, por ejemplo. Todo esto hará que el motor necesite más energía para mover una masa mayor.

¿Has revisado tus neumáticos?

Uno de los componentes que más influyen en el consumo son los neumáticos: si la presión está por debajo de lo indicado por la marca del coche, la mayor resistencia a la rodadura hará que el consumo sea más elevado.

Lo mismo ocurre cuando el vehículo usa los neumáticos incorrectos (unos de invierno en verano, por ejemplo) o si la alineación de la dirección está mal: ocurre cuando, con el volante recto, el coche se desvía ligeramente hacia un lado. En este caso, se genera una resistencia adicional que afecta al consumo.

Cuidado con el mantenimiento

El aceite del motor puede ser otra de las causas que incrementar el consumo del coche. Su misión es reducir la fricción entre los componentes: si no se cambia siguiendo las indicaciones o si se usa uno con una viscosidad incorrecta, el motor no estará bien lubricado y consumirá más.

Algo parecido ocurre con el filtro de aire y el de combustible. Si el primero se obstruye, impide que el motor tenga suficiente oxígeno: esto se traduce en una combustión pobre, donde se quemará más combustible para producir la misma potencia.

Si el que se obstruye es el segundo, la bomba tendrá dificultades para aspirar combustible y se limitará el flujo de carburante que va al motor. Con el tiempo, esto puede incrementar el consumo del coche.

Por último, si los inyectores también se obstruyen o se ensucian, no proporcionarán la cantidad correcta de combustible al propulsor. El resultado es una mezcla incorrecta de aire y carburante, que reduce el rendimiento y aumenta el consumo.