Una aplicación para evitar multas de 200 euros en 149 ciudades

Los municipios de más de 50.000 habitantes deben contar con zonas restringidas al tráfico antes de que empiece 2023.

zona de bajas emisiones

Señalización de una zona de bajas emisiones en Madrid.

El año que viene, cuando cualquiera circule por una ciudad ajena a la suya deberá cuidarse de no pisar terreno prohibido. No todas las calles serán para todos los vehículos. La ley de cambio climático obliga a que los municipios de más de 50.000 habitantes establezcan áreas de tráfico restringido para reducir la contaminación, y la norma lo exige para ya mismo. 

Las zonas de bajas emisiones (ZBE) deben crearse “antes de 2023” y los automovilistas necesitarán conocerlas para evitar una multa de 200 euros por infracción grave de la ley de tráfico. La misma sanción en todos los centros urbanos; el mismo desconcierto, de momento, en la mayoría de las ciudades afectadas. Son 149 en toda España.

Una aplicación para móviles nace ahora como guía útil para los conductores. Entre otros servicios, recoge cuáles son las zonas de bajas emisiones de Madrid y Barcelona, más las de Rivas-Vaciamadrid (Madrid) y las catalanas L’Hospitalet de Llobregat, Sant Cugat del Vallès y Sant Joan Despí, las tres en la provincia de Barcelona.

Cómo serán las zonas de bajas emisiones

No hay mucho más. Otros pocos municipios tienen ya sus ZBE en marcha o casi listas, pero, en general, en este asunto gobiernan el desconcierto, la tardanza y la falta de timón normativo. Los ayuntamientos deben crear las áreas restringidas, pero no saben muy bien cómo.

Según publicó EL PAÍS hace pocas semanas, solo 20 de las 149 urbes obligadas a contar con zonas de bajas emisiones aseguran que cumplirán la ley. Entre las demás, unas cuantas argumentan que no existe un reglamento aprobado que indique cómo crear las ZBE y otras ni siquiera se pronuncian. La Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), por su parte, ya avisó en julio de que habría retrasos y defendió en EL MOTOR una moratoria.

El Ministerio para la Transición Ecológica presentó en abril el proyecto de real decreto que regulará la creación de ZBE. El texto, que ofrece indicaciones genéricas a los ayuntamientos, sigue sin aprobar. 

El borrador jerarquiza por preferencia los modos de transporte en la ciudad y los automóviles particulares aparecen en último lugar. Además, indica que las prohibiciones o restricciones de acceso “afectarán prioritariamente a los vehículos con más potencial contaminante, como son los vehículos A, y, progresivamente, a los vehículos B y C”.

El real decreto sobre emisiones

La FEMP sostiene que no ha tenido noticias del ministerio y sigue a la espera de la aprobación del decreto. A esta ausencia de referencia legal se agarran los municipios más rezagados. Justifican la falta de avances por el temor a tener que desandar el camino cuando se apruebe el texto. 

El borrador, no obstante, recoge solo pautas generales. La FEMP, de hecho, elaboró el año pasado una guía en la que deberían basarse los consistorios para el desarrollo de las ZBE.

Según el proyecto de real decreto, basta con que los tamaños de las zonas restringidas sean “significativos y suficientes” para mejorar la calidad del aire e impulsar modos de transporte más sostenibles. 

El resto dependerá del criterio de cada ayuntamiento: tanto el superficie afectada como los requisitos de entrada. Como señala la guía de la federación de municipios, las posibilidades son muchas, partiendo de dos extremos. Podrá crearse una ZBE pequeña pero muy restringida (solo para coches con etiqueta Cero, por ejemplo) o una mucho más amplia que permita el paso, sin embargo, a un mayor número de vehículos. Entre ambas, las combinaciones variarán en función de las necesidades urbanas concretas.

Cuando todas las piezas encajen, por necesidad a lo largo de 2023, los automovilistas necesitarán un mapa de los espacios restringidos para no colarse indebidamente en ellos. 

Millones de coches afectados

Con datos de 2021 de la Dirección General de Tráfico, en España hay 24,9 millones de turismos. Salvo unos 800.000, todos son de gasóleo o de gasolina sin apoyo eléctrico, es decir, sin etiqueta medioambiental o con distintivos B o C. Habrá calles en muchas ciudades por las que esa mayoría no podrá moverse.

¿Cómo saber dónde está la línea roja que marca el límite de una ZBE? Además de las señales a pie de asfalto, la aplicación Bip&Drive irá recopilando la información relacionada con las zonas activas. La herramienta muestra en un mapa los territorios acotados y también ofrece información personalizada. 

Si se introduce la matrícula del vehículo, la aplicación detecta por qué zonas puede o no puede moverse el conductor. Esta información sirve para evitar una multa de 200 euros. Desde el 21 de marzo, la ley de tráfico considera infracción grave “no respetar las restricciones de circulación derivadas […] de las zonas de bajas emisiones”.

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Sergio Amadoz

Periodista especializado en seguridad vial. Editor y redactor de El Motor desde 2016. Empezó a escribir de fútbol en 1998 en Diario 16 y ha trabajado en varios proyectos de Prisa Media desde 2000. Licenciado en Periodismo por la Universidad de Navarra, es autor de ‘Aquí no se rinde ni Dios’ (2020).

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