La ciudad que ya no deja aparcar gratis a los coches sin emisiones

Pagar por aparcar en la calle es una práctica común. Lo normal es abonar una determina cantidad en función del color de la zona y del tiempo, pero hay ciudades en las que los coches tienen tarifas anuales que dependen de la contaminación de cada coche. Una práctica habitual en Reino Unido, que también es una realidad en España.

La última ciudad en tomar esta medida es Lambeth, un municipio situado al sur de Londres. Con el objetivo de frenar la contaminación, los vehículos más contaminantes tendrán que pagar más por aparcar en las calles de esta ciudad.

Argumentan su decisión en un estudio del Imperial College, donde se aseguraba que, cada año, la contaminación del aire mata a más de 4.000 personas en Londres. Además, según los cálculos de la Universidad de Oxford, las emisiones de los vehículos motorizados tienen un coste de unos 605 millones de libras (706,50 millones de euros, según el cambio actual) para el Servicio Nacional de Salud británico.

Pagar dependiendo de las emisiones

Igual que ocurre en España con las etiquetas de la Dirección General de Tráfico (DGT), en Lambeth el parque automovilístico está dividido en tipos: están marcados por las Band. Esta misma clasificación sirve para determinar el impuesto de circulación (VED) que deben pagar.

Allí, sin embargo, los vehículos de cero emisiones, que se encuentran en la Band A, sí tiene que pagar una tarifa anual para aparcar en las calles de Lambeth: concretamente, 120,21 libras (140,38 euros).

Los coches cuyas emisiones superen los 100 g/km de CO2 deberán pagar más de 200 libras (233,55 euros) y si rebasan la barrera de los 255 g/km (Band M), la tarifa puede llegar hasta las 500 libras (583,88 euros).

Para los conductores que sean propietarios de un vehículo diésel, la situación es algo más compleja, porque deben hacer frente a un recargo de 140 libras (163,49 euros) siempre que su motor no cumpla con los estándares de la norma Euro 6.

A esto hay que sumar las tarifas que deben pagar para poder circular por las zonas con más congestión y las correspondientes a las áreas de bajas emisiones, que, además, están en constante expansión.

Una medida ya activa en Madrid

Cabe recordar que, desde enero de 2022, Madrid implantó una tarifa dinámica para el Servicio de Estacionamiento Regulado (SER). La cantidad a pagar se incrementa dependiendo de la concentración media de dióxido de nitrógeno (NO2) que registran las estaciones de fondo urbano entre las 0:00 y 23:00 del día anterior.

Así las cosas, al importe de la tasa habrá que sumar un 60% más si los niveles de NO2 superan los 60 microgramos por metro cúbico (Tramo I) o un 100% si están por encima de los 70 microgramos por metro cúbico (Tramo II). Este recargo no tiene efecto para los modelos con etiqueta Cero, mientras que los ECO gozan de una bonificación en el precio del 50% al 75%.