En un edificio de viviendas, el aparcamiento puede ser motivo de conflicto por diversas razones. Una de ellas es la falta de respeto a los límites al aparcar. Si alguien encuentra un coche estacionado en su plaza, ¿qué hay que hacer?
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En un vídeo publicado en su cuenta de TikTok y en menos de un minuto, un perito judicial resume los pasos que se pueden dar. Hay que documentar los hechos con vídeos y fotos y, a continuación, comunicar a la Policía que una propiedad privada ha sido usurpada. Como no es una vivienda, pueden intervenir más rápido.
Por último, se puede presentar una denuncia en el juzgado por usurpación: es un delito leve, pero es la vía legal para que se tomen medidas.
¿Qué dice la ley?
De acuerdo con la Ley de Propiedad Horizontal, estacionar en una plaza ajena implica invadir una propiedad privada. La primera medida para resolverlo es identificar al propietario del vehículo para hablar con él. Una vez localizado, se le debe mostrar el perjuicio causado y solicitarle que retire su coche.
Si no lo hace, se puede recurrir a la Ley de Propiedad Horizontal. Su artículo séptimo establece que, “previa autorización de la Junta, debidamente convocada al efecto, se podrá entablar contra él una acción de cesación que se sustanciará a través del juicio ordinario”. En otras palabras, se trata de iniciar un procedimiento judicial.
¿Se puede denunciar?
Es posible, además, presentar una denuncia de manera individual o a través de la comunidad de propietarios. Para ello, es necesario reunir todas las pruebas necesarias para demostrar la invasión de la plaza de garaje.
A continuación, hay que informar a la policía sobre la invasión para que ponga en marcha el proceso que culminará con la retirada del coche y su traslado al depósito municipal.
Si no se puede identificar al propietario del vehículo, hay que notificarlo al presidente de la comunidad o al administrador de la finca. Ellos actuarán como mediadores, intentando localizar al dueño y, si existe, aplicar el régimen sancionador de la comunidad. Si no lo encuentran, se recurrirá a la justicia.
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Desde que aprendió a hablar y escribir, una de sus pasiones siempre fue contar todo lo que pasaba a su alrededor. Hizo las maletas y cambió Zaragoza por Madrid para estudiar Periodismo en la Universidad Complutense. Antes de graduarse, el mundo del motor se cruzó en su camino… y nunca lo ha abandonado.