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La democratización de los vehículos sin emisiones, 100% eléctricos, híbridos enchufables o de hidrógeno está permitiendo minimizar la dependencia de los combustibles fósiles y generar una nueva movilidad que cumpla los dictámenes que la Comisión Europea ha preparado hasta 2035, año en el que no se podrán vender vehículos que emitan sustancias contaminantes a través del tubo de escape.
El objetivo que se debe de alcanzar pasa por reducir en un 55% las emisiones globales de CO₂ en los estados de la Unión. Hay que recordar que la medida afecta a la venta a partir del 1 de enero de 2035 a los coches con motores de combustión interna que emitan sustancias contaminantes, no afecta entonces a su circulación. Podrán seguir usándose más allá de 2035.
Los vehículos eléctricos suponen un problema para peatones, ciclistas o personas invidentes, y no es otro matiz que la ausencia de ruido. Así, un estudio de 2014 apoyado por el Parlamento Británico, ya afirmaba que los eléctricos e híbridos causan un 40% más de atropellos a peatones que los coches convencionales, que hacen ruido al circular.
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El truco para eliminar rápidamente los ruidos del coche Sistema AVAS
Tras una moratoria de dos años, el sistema de alerta acústica de vehículos (AVAS, por sus siglas en inglés) entró en vigor en julio de 2021 para cualquier coche nuevo, híbrido o eléctrico, vendido en el territorio de la Unión. Se trata de un dispositivo de sonido que han de llevar instalado estos modelos para alertar a los demás usuarios de su presencia.
El texto del reglamento delegado de la UE hace referencia a las especificaciones técnicas del dispositivo. Este debe emitir un sonido —desde parado hasta que alcance una velocidad de 20 km/h— que le otorgue visibilidad ante el resto de los actores de la vía.
En el caso de los automóviles híbridos, el AVAS generará ningún ruido cuando el motor de combustión esté encendido. Solo se activará mientras sea el propulsor eléctrico el que gobierna el coche.
Niveles de ruido
La Unión Europea también acotó los niveles acústicos de los sistemas AVAS. Así, decretaron que el sonido debe de estar entre los 56 decibelios (el nivel de una conversación entre dos personas) y nunca exceder de los 75 decibelios. Si el coche acelera, se escuchará con un volumen mayor que si está desacelerando.
Además, los automóviles híbridos y eléctricos también tienen que reproducir un sonido cuando el vehículo esté dando marcha atrás, similar a un silbido. Ambos sonidos serán diferentes para que el resto de usuarios reconozcan si el coche circula hacia delante o hacia atrás.
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