Qué son los calentadores de un coche diésel y para qué sirven

Los motores diésel necesitan alcanzar cierta temperatura para arrancar correctamente y por eso llevan unas bujías de precalentamiento.

calentador coche

Testigo de precalentamiento en un coche diésel.

A diferencia de los motores que funcionan con gasolina, los diésel necesitan calentarse un poco para arrancar correctamente. Y antes de hacerlo es necesario esperar unos instantes para que el interior de los cilindros, donde se quema el carburante, alcance una determinada temperatura que permite la correcta puesta en marcha. 

Por ello, una vez que el conductor conecta el encendido debe esperar unos pocos segundos a que la luz de los calentadores (que representa una resistencia eléctrica) se apague. Entonces podrá seguir girando la llave y así activar el motor de arranque. Esta es la llamada fase de precalentamiento indispensable en los diésel, y la razón por la que se necesitan estos calentadores. 

En un motor diésel el aire se mezcla con el gasóleo y, al comprimirse en el interior de los cilindros, el carburante detona por la presión. De esta manera libera su energía al quemarse. En los motores de gasolina, la mezcla se inflama por una chispa producida por las bujías.

Las bujías de precalentamiento, popularmente conocidas como calentadores, son unas pequeñas piezas de aspecto similar a las bujías de los motores de gasolina, que también van roscadas en la culata. Su función es elevar la temperatura del aire de la cámara de combustión mediante una pequeña resistencia eléctrica que se alimenta de la batería.  

Los motores diésel usan un calentador por cilindro y, cuando se estropean o desgastan, hay que cambiarlos. Hacerlo garantiza un buen arranque en frío, y además ayuda a contener el consumo y evitar el exceso de emisiones contaminantes. 

Cuánto duran los calentadores 

Hay varios síntomas que indican la necesidad de cambiar los calentadores. Por ejemplo, que el motor arranque cada vez peor (sobre todo cuando hace más frío) o que del tubo de escape salga más humo de lo normal. Otra señal de alarma es que el testigo luminoso permanezca encendido más tiempo de lo normal o que se encienda circulando. Y también puede ser indicativo de su mal funcionamiento que en marcha el coche comience a dar tirones. 

La duración de los calentadores es muy variable y depende mucho de las condiciones de uso. Suele ser de unos 80.000 o 90.000 kilómetros y la sustitución de los gastados o defectuosos no es una operación mecánica complicada. Pero conviene cambiarlos todos a la vez para asegurarse de que el motor funcione de manera óptima y arranque sin ninguna dificultad. 

El precio de cada calentador oscila entre los 10 y los 50 euros, según la potencia del motor y la marca del coche. Y a la hora de sustituirlos es recomendable acudir a un taller. Merece la pena revisar a la vez otros órganos importantes relacionados y aprovechar para realizar una correcta puesta a punto del motor. 

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Juan Luis Soto

Cuatro décadas informando sobre el mundo del motor y probando coches de todas las categorías. Después de trabajar en diversos medios especializados (Velocidad, Auto1, Solo Auto, Motor 16, Car and Driver, EcoMotor...), ahora en Prisa Media para seguir cubriendo la actualidad en plena revolución tecnológica del automóvil.

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