Charly Sinewan: “El mundo está lleno de gente buena”

El motorista, con casi un millón y medio de seguidores en YouTube, afirma que su único plan para sobrevivir es disfrutar del mundo en moto.

Sinewan
Charly Sinewan con su nueva compañera de aventuras, la Ducati DesertX

Charly Sinewan es el motoviajero español que más revuelo ha generado en la audiencia durante los últimos meses. Todo a raíz de cambiar su marca de siempre, BMW, por la italiana Ducati para seguir descubriendo a su audiencia de más de 1,4 millones de seguidores algunos de los parajes más desconocidos del planeta. 

Hace más de una década decidió abandonarlo todo y embarcarse en la aventura de dar la vuelta al mundo en moto por etapas, ya que vivir viajando es lo que le pide el cuerpo. La razón es que hace más de una década descubrió que no necesitaba un sitio al que volver.

Tras miles de kilómetros recorridos en más de 60 países (sus aventuras pueden seguirse todas las semanas en MotorTV), afirma que el mundo real y sus gentes son muy diferentes a lo que se muestra cada día en los informativos. La maldad que inunda las noticias no corresponde con la realidad. La gente buena abunda en cualquier rincón del globo, los malos solo hacen más ruido, cree el aventurero.

Costa Rica y las lluvias

Sinewan atiende a EL MOTOR desde Costa Rica, donde continúa su aventura en el país centroamericano: “Estoy en Costa Rica y con ilusión de avanzar hacia el sur. Tengo muchas ganas de cruzar hacia Colombia. Panamá ya lo he visitado, aunque igual vuelvo a hacer otra incursión y desde ahí daré el salto a Colombia”. 

En los últimos meses, ha sufrido en sus carnes la época de lluvias de Centroamérica: “Menos mal que ya están terminando estos meses de aguaceros. He sufrido muchísimo tanto en El Salvador como en Honduras, pero especialmente en Panamá. Para el tipo de viaje que realizo, saliendo siempre fuera del asfalto, ya sea por campos, caminos y atravesando la infinidad de ríos que hay por estos lares, se ha hecho muy difícil”.

Las lesiones de Charly Sinewan

En todos estos años, Sinewan no ha tenido problemas médicos importantes, aunque ahora anda algo tocado en una muñeca, como se puede comprobar en su último vídeo: “La muñeca está mal. Yo sufro mucho de tendinitis desde siempre y son muy molestas, porque tardan mucho en curar. Puedo conducir, lo que no puedo hacer es meterme en líos, que es lo que me gusta [risas]”.

Resolver problemas médicos en otros países que, a priori, no tienen un sistema sanitario como el de España no le supone ningún inconveniente: “Lo cierto es que nunca he sufrido percances relevantes. Además, para este tipo de aventuras hay que viajar con un buen seguro médico y en casi todos los países siempre hay sanidad privada. Otra cosa es que te pase algo grave lejos de una ciudad”.

Y prosigue: “Si tienes un seguro que te lo pague, no hay problema. Por ejemplo, en Nairobi se encuentra uno de los mejores hospitales de África, en todas los países del mundo puedes acceder a buena sanidad. Es más, lo peor que te puede pasar en estos casos es que te ocurra algo grave en Estados Unidos. Sin seguro, literalmente te arruinas”.

De BMW a Ducati

Su primer viaje en moto por el mundo lo realizó con una Honda Varadero. Posteriormente ha estado ligado a BMW durante 12 años como embajador de la marca. Ahora ha cambiado la firma alemana por Ducati, siendo su nueva compañera una DesertX: “Cada vez me encuentro mejor sobre ella, con cualquier cambio de moto toca adecuarse. Ya me ocurrió algo similar cuando pasé de la BMW F800 GS a la F850 GS, me costó un tiempo adaptarme”.

Sobre todo, el motoviajero destaca dos puntos claves de su nueva montura: “La Ducati es más ligera que mis motos anteriores, con lo que ello supone, y dispone de mejores suspensiones. Además, tiene más potencia. En definitiva, habituarse a algo mejor siempre es mucho más fácil”.

Charly Sinewan, con su nueva Ducati DesertX

Aunque no es todo tan sencillo: “Lo que me ha costado mucho es adaptar todo a la Ducati, el equipaje, las cámaras y demás. Pero ya he encontrado la manera y estoy muy feliz con la DesertX, es un ‘pepino’ de moto increíble. Va muy bien por campo y por carretera”.

Convertido en tendencia

Tras miles de kilómetros a lo largo y ancho del planeta, después de haber visitado más de 60 países, de haber mostrado parajes espectaculares y gentes con historias que marcan, Sinewan se convirtió hace poco en tendencia en las redes por haber cambiado de marca de moto. Parece algo contradictorio: “Lo cierto es que vivimos días en que lo que vende es el morbo, lo efímero. Las grandes noticias e historias pasan desapercibidas”.  

No se le nota dolido, pero sí desencantado: “A veces me sigo enfadando con la audiencia, pero ya  cada vez menos. Yo también me incluyo, porque soy audiencia. No sé si actualmente estas cosas se amplifican por el poder de las redes sociales, parece que hay que vivir del clic. Tienes dos segundos para impactarme; si no, me voy a otra cosa. Es verdad que yo también ayudé a provocar esa noticia… En fin, es lo que hay, pero no me gusta”.

Y prosigue argumentando: “Mira, tengo un video que se llama ‘Zona de asaltos’ que es un tramo en Guatemala de una región bastante peligrosa. La zona de los asaltos por la que paso, dura un minuto y no me asaltan ni nada parecido”.

“El vídeo tiene más de cuatro millones de reproducciones. En los primeros minutos, cuento la interesante historia de un guatemalteco. Gracias al título he conseguido que esos millones conocieran su historia. Si lo llego a titular de otra manera, no lo habría visto tanta gente”.

Los inicios

Volviendo unos cuantos años atrás, Sinewan dejó todo por perseguir un sueño. Tenía un buen trabajo con unos ingresos que le permitían vivir bien, pero le faltaba algo: “Fue una decisión muy meditada y deseada, nada impulsiva. Siempre quise hacer esto. Al principio fue algo temporal, solo para unos meses. Pedí una excedencia a mis socios y puse rumbo a Australia. A mi vuelta, tras ocho meses de viaje, sí que decidí que quería vivir así”.

La decisión de convertirse en un nómada como modo de vida la recuerda perfectamente: “Cuando crucé Irán y Pakistán en 2009, una región que me daba mucho miedo, me di cuenta de que solo me pasaron cosas buenas en esos países. Fueron hasta ese momento las mejores que me había ocurrido en la vida. Ahí tuve claro que quería hacer esto”.

Sinewan, metiéndose en problemas con la Ducati

Gente maravillosa

Sinewan es una voz autorizada para contar cómo es el mundo real y su gente, que es muy diferente a cómo lo pintan. Entonces, ¿queda gente buena?: “Rotundamente, sí. Tenemos una idea completamente perturbada de lo que es el mundo. La malicia no se ha apoderado de todo, al contrario. La gente normal es buena por naturaleza. Yo nunca me he cruzado con una persona mala de verdad. Con un ladronzuelo me he podido cruzar varias veces, pero nada más”.

Nunca ha sentido estar en peligro de verdad tras miles de kilómetros recorridos: “A la inmensa mayoría nos han educado en el bien. Es verdad que las ciudades de ciertos países son algo más peligrosas que el campo, pero yo, por ejemplo, tengo más miedo a que me roben la moto en Madrid que en África”.

Y remata: “Siempre digo lo mismo, lo más peligroso de viajar por el mundo en moto es la propia moto. Estadísticamente, es más fácil que te suceda algo en un accidente a que alguna persona te haga algo”.

Dictaduras

Ejercer el trabajo de Charly Sinewan, que es contar historias, no siempre es fácil, pero hay países donde ha tenido muy complicada esa tarea por culpa de las autoridades: “Cuba, Nicaragua y Uzbekistán, por poner tres ejemplos, son países donde he tenido que esconder las cámaras para no meterme en líos. No quieren que se cuente lo que hay. Siempre son dictaduras y exdictaduras donde más problemas tengo. Trato de salir muy rápido de ellas”.

Al hablar de tráfico y dificultad circulatoria para ir en moto, el aventurero lo tiene claro: “La India es el país más caótico para circular junto con algunas zonas de Indonesia, pero ahí también reside su encanto. A mí es que me encanta eso, la dificultad, me gusta meterme en líos [risas]”.

Fronteras

Es obligado preguntar a Sinewan, tal y como se refleja en muchos de sus vídeos, cuál es la parte más tediosa de los viajes, y lo tiene claro: “Las fronteras y la burocracia aduanera para cruzar de un país a otro son lo que peor he llevado siempre. Eso, junto con tener que cargar la moto en un barco o en un avión cuando se pone peor la cosa para saltar a otro país”.

De ruta por Centroamérica

Aunque la experiencia hace que se lo tome todo con filosofía: “Debe de ser por la edad, pero ya ni me quejo [risas]. Por ejemplo, para entrar en El Salvador estuve unas horas haciendo papeleo. Me lo tomo con más calma, aunque en el vídeo parece que estuve perdiendo un día entero. Me enfado mucho más cuando tengo que hacer trámites en España y tengo que perder el tiempo en hacer papeleo”.

La Luna

Después de casi 14 años recorriendo el mundo, la idea que tienen muchos de sus seguidores es que le quedan pocos sitios que visitar. Algunos han bromeado incluso que la siguiente etapa tiene que ser la Luna: “Me queda todavía mucho por conocer del globo terráqueo antes de la etapa de la Luna [risas]. Por ejemplo, Sudamérica, excepto Argentina y Chile, no la conozco. También en África y en Asia me dejé bastantes cosas”.

Continúa haciendo memoria: “De Europa, no he estado en Rusia, pero claro, ahora no es el mejor momento de hacer una visita. Parece que no, pero me quedan todavía muchos sitios”. 

¿Y si se diera la opción de visitar Corea del Norte? La respuesta es tajante: “No. Yo entro a los países para documentarlos, pero si no me van a dejar, para qué. Me quedan todavía muchos sitios con historias para contar y de Corea del Norte poco o nada me dejarían contar. Ya salí de Cuba un poco resabiado”.  

El entorno

Para finalizar, Sinewan opina sobre el dicho Como en casa, en ningún sitio, ya que cabe preguntarse si alguien como él, que se pasa tantos meses fuera de su ámbito, está deseando volver: “Bueno, depende. Es cierto que tendemos a estar a gusto en el entorno en el que hemos crecido: los olores, los sabores, el idioma, los afectos, es algo atávico”.

Continúa su exposición:  “Sin embargo, hay que huir de esos clichés. Siempre pongo el mismo ejemplo con la coletilla como en España no se come en ningún sitio: para mí es cierta, pero para un mexicano ya te digo que no. Echaría mucho de menos su forma de cocina, el picante. Entonces, no debemos de ser rotundos con estas cosas”. 

Y remata: “A mí me encanta viajar, pero si me dijeras que se acabó eso de recorrer el mundo y que eligiera un lugar para quedarme a vivir, claramente sería España. Afortunadamente, todavía me queda cuerda para rato y no tengo que tomar esa decisión”.

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