Invicta Electric continúa su ofensiva de productos para el mercado español, siempre con un enfoque centrado en ofrecer vehículos a un precio muy reducido. El último en llegar es el Invicta DTR Cóbreces, un ciclomotor eléctrico pensado para circular por ciudad que está disponible con dos baterías de distinta capacidad.
La versión de acceso, denominada DTR Cóbreces City, tiene una autonomía de 80 kilómetros y está disponible desde 2.895 euros. Por encima está el DTR Cóbreces Next, con una batería mayor, un rango de acción de 130 kilómetros y un precio de 3.175 euros.
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Batería extraíbles
Un aspecto destacado, y que cada vez es más común en modelos de este tipo, es que las baterías son extraíbles, lo que facilita que el usuario pueda llevarlas consigo para recargarlas en su casa o en la oficina. El proceso completo de carga, con un enchufe doméstico, lleva unas cinco horas.
El ciclomotor, con instrumentación digital, presenta un diseño sencillo con un faro redondo delantero. Monta ruedas de 10 pulgadas y sus frenos, tanto el delantero como el trasero, son de disco. Y está desarrollado para mover solo al piloto: dispone de un pequeño soporte tras el asiento para pequeños bultos, pero no puede llevar pasajero.
Ahorro de energía
Invicta Electric hace hincapié en los reducidos costes de uso del modelo. El coste anual de las recargas supone menos de 40 euros, y el fabricante calcula que el mantenimiento durante los primeros 24.000 kilómetros es de unos 450 euros.
La compañía ya comercializa varios modelos de moto en el mercado español. Son el EV Rueda, de corte clásico; el Opai, también de rueda pequeña, y el T10 Neila, con un formato de escúter GT.
El coche eléctrico más barato
Además de las motos, lo más destacado de la gama de la marca es el Invicta Electric 2DS, el coche eléctrico más barato del mercado. Se trata de un urbanita biplaza de 49 CV de potencia, con una velocidad máxima de 105 km/h y una autonomía de hasta 250 kilómetros.
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Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.