Tan solo dos años después de lanzar el superdeportivo de 1.000 CV SF90 Stradale, Ferrari pone en la calle el 296 GTB, su segundo modelo híbrido enchufable (PHEV). Pero en esta ocasión no utiliza el tradicional motor térmico V8 ni la tracción integral, y recurre a un revolucionario V6 de propulsión trasera desarrollado para la ocasión.
Su tarjeta de visita resulta abrumadora: 830 CV, 2,9 segundos de 0 a 100 km/h, una relación peso/potencia récord de 1,77 kg/CV y un crono de 1 min 21s en el circuito de pruebas de la marca en Fiorano, de los mejores entre todos los Ferrari.
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A estas credenciales se suman las ventajas de la electrificación, que le otorgan 25 kilómetros de autonomía eléctrica. La última tentación de Ferrari ya está disponible por 279.055 euros.
Por primera vez, Ferrari presenta uno de sus modelos en España y para hacerlo ha elegido Sevilla, sus alrededores y el cercano Circuito de Monteblanco, donde se pueden acariciar los 300 km/h al final de su larga recta. Y para entenderse, el nombre 296 GTB viene de 29, por la cilindrada del compacto motor térmico (2.992 cc), 6 por el número de sus cilindros y GTB por la tradicional denominación de la casa para este tipo de coche (Gran Turismo Berlinetta).
Son unas siglas destinadas a hacer historia, porque revolucionan a los biplazas en la marca de Maranello con un nuevo propulsor híbrido enchufable. Este acopla a un motor térmico de seis cilindros turbo (663 CV) otro eléctrico (167 CV) con su propia batería (7,45 kWh) para alcanzar una potencia conjunta de 830 CV. Una cifra espectacular y que supera sin complejos a los anteriores y míticos V8 y V12 atmosféricos habituales en la firma del cavallino rampante.
El nuevo V6 (Ferrari no usaba un motor de este tipo en un coche de calle desde el Dino 246 GT de 1969) pesa 30 kilos menos que el V8 y el ángulo de sus cilindros se abre mucho (120º), por lo que es más plano y deja sitio en el centro a los dos turbocompresores. Además, su arquitectura permite situarlo más abajo en el chasis y esto mejora el dinamismo al rebajar también el centro de gravedad, según explican los ingenieros de la marca.
Versión Assetto Fiorano aligerada
En el trazado sevillano, El Motor tuvo la ocasión de probar el 296 GTB en su versión Assetto Fiorano, más radical, aligerada y con amortiguadores especiales. La aerodinámica ha sido adaptada para alcanzar velocidades muy elevadas y el modelo lleva unos neumáticos Michelin Pilot Sport Cup2R que, al igual que los de la versión de calle, han sido desarrollados exclusivamente para este Ferrari, un proceso que nació integrado en el propio proyecto del 296 GTB y ha durado dos años.
Con estas modificaciones, el peso en seco desciende 15 kilos hasta quedarse en 1.470, y su distribución entre los ejes anterior y posterior es de 40,5 % y 59,5 %, respectivamente. Unos valores extraordinarios que prometen el paraíso al volante y ya anticipan lo especial que será conducir el deportivo italiano.
Antes de tomar asiento en su interior, no sobra un último vistazo a través de la cubierta trasparente trasera para recrearse con una mecánica única que no ha perdido belleza con la electrificación.
Al volante del nuevo Ferrari, y con el selector que controla los modos de conducción híbrida eManettino en la posición más extrema (Qualify) y el Manettino tradicional –que desactiva los sistemas de estabilidad– en la posición CT-Off, la pista espera.
Sorprende en los primeros metros del carril de aceleración no percibir sonido alguno del motor, que está muy cercano al conductor por su peculiar disposición central trasera (justo detrás del asiento). Pero cuando empiezan a asaltar las dudas sobre si se trata de un Ferrari de pura cepa, llega a su final el primer impulso en modo 100 % eléctrico y el V6 se despierta de improviso, sobresaltando por su estridencia.
Manejable y divertido
A partir de entonces, los escapes comienzan a liberar un sonido agudo y melodioso que, salvando las diferencias, recuerda a menor escala el canto del V12 que anima al 812 Superfast. La música sube de tono de forma fulgurante hasta las 8.500 revoluciones, al tiempo que el arco del volante se ilumina con una línea roja que revela en sus trazos la brutal escalada en la entrega de potencia.
A partir de ese momento, todo sucede muy deprisa. En poco más de siete segundos, la aguja del cuentakilómetros sobrepasa los 200 km/h y la caja de cambios automática DCT de doble embrague (que proviene de la Fórmula 1) va engranando con máxima precisión sus ocho relaciones. Entre tanto, el GTB sigue acelerando sin atisbo de alcanzar su límite.
Al llegar a la zona del circuito con curvas surge otra duda. ¿Será el primer Ferrari híbrido de propulsión trasera capaz de gestionar su descomunal potencia a la salida de los virajes? La primera sorpresa al respecto viene por el nuevo chasis, que es el más corto entre ejes de toda la gama Ferrari (2.600 milímetros).
Ágil en las curvas
Enlazando los giros, el GTB asombra por su agilidad, nobleza y precisión. Permite apurar al límite la poderosísima frenada de sus gigantescos frenos cerámicos (398 milímetros delante y 360 detrás) sin que la estabilidad se vea perturbada lo más mínimo.
Después, cuando se acelera a fondo, llega la segunda, cuando las ruedas posteriores muerden el asfalto con todo su empuje; entonces los inevitables derrapajes son previsibles y se pueden controlar de forma rigurosa con la dirección.
El compacto Ferrari 296 GTB (4,56 metros) entusiasma por su eficacia y, rodando en circuito, aporta una diversión insólita. Su elevada potencia no supone una dificultad añadida, sino que añade emoción y permanece bajo control en todo momento en un coche que destaca, sobre todo, por un equilibrio general que roza la perfección.
Seguridad en carretera
Este excepcional equilibrio se disfruta también en carretera abierta y en el uso cotidiano. La versión de calle del 296 GTB solo se diferencia en que monta unos neumáticos más polivalentes Michelin Sport 4 S (también específicos para este modelo), una puesta a punto más confortable y un peso ligeramente superior (15 kilos más).
Sin embargo, conserva intacto el carácter deportivo innato del modelo y ofrece el mismo placer de conducción que su hermano preparado para el circuito. Con la berlinetta italiana, un bello recorrido de prueba por las serranías de Riotinto se convierte en un apasionante ejercicio de conducción que se hace muy fácil por la agilidad del chasis, el soberbio rendimiento del motor y la precisión milimétrica de los mandos.
Y a todas estas cualidades dinámicas se suma una gran sensación de seguridad de marcha, avalada en cualquier circunstancia por una batería de 11 controles electrónicos que velan en todo momento sobre el comportamiento y la adecuada entrega de potencia.
La moderna tecnología de electrificación no resta un ápice de personalidad al Ferrari 296 GTB, que, en modo 100% eléctrico eDrive, es capaz de recorrer 25 kilómetros sin emisiones ni ruido alguno a velocidades de hasta 135 km/h. Al no alcanzar los 40 kilómetros de rango no accede a la etiqueta Cero de la DGT y recibe la ECO).
En cuanto al consumo, aunque estén aún pendientes de su homologación definitiva según la normativa WLTP, se mantienen según la marca en torno a los 6,4 litros en los primeros 100 kilómetros (8,2 en la prueba incluyendo autopista y carreteras de montaña). Un valor sorprendente teniendo en cuenta la descomunal potencia de su mecánica híbrida enchufable.
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Cuatro décadas informando sobre el mundo del motor y probando coches de todas las categorías. Después de trabajar en diversos medios especializados (Velocidad, Auto1, Solo Auto, Motor 16, Car and Driver, EcoMotor...), ahora en Prisa Media para seguir cubriendo la actualidad en plena revolución tecnológica del automóvil.