El Nissan Qashqai puede ser considerado el SUV que revolucionó el segmento. Se aupó a los primeros puestos en ventas cuando apareció en el mercado allá por 2007 y no los ha abandonado hasta ahora, que ya cuenta con esta su tercera generación.
Con unas medidas de 4,42 metros de longitud, 1,85 de ancho y 1,63 de alto; el Qashqai se configura como un SUV compacto que crece algo más de tres centímetros de largo respecto a la anterior generación.
Pero además de esa carrocería algo más grande, su imagen frontal muestra un diseño mucho más moderno, donde destacan los afilados faros. También el parabrisas es más grande y los pilares A más estrechos, por lo que se ha mejorado la visión delantera.
Detrás, los pilotos cuentan con una curiosa protuberancia que se prolonga hacia los laterales. Eso sí, la moda de tener los pilotos unidos todavía no la incluye, pero también es verdad que es una característica de diseño que se está poniendo de moda, de momento y en su mayoría, entre coches 100% eléctricos.
Interior: agradable, tecnológico y funcional
Por dentro, también se ha modernizado y recolocado sus elementos, con una sensación de calidad y funcionalidad muy cercana a modelos de marcas prémium.
Y aunque cuenta con la típica pantalla digital de infoentretenimiento central, el diseño de todo el salpicadero es muy original y, además, cuenta con botones físicos para manejar el climatizador y no integrados en la pantalla de 12,3 pulgadas (en este acabado, el superior denominado Tekna+), como ya suelen hacer muchas marcas europeas.
Con esas mismas pulgadas se muestra la instrumentación, que no es demasiado personalizable, pero que cuenta con una legibilidad sobresaliente tanto en brillo como en la claridad de sus grafismos.
También es muy claro de entender el head up display de este acabado y que proyecta la imagen en el parabrisas, con un tamaño de casi 11 pulgadas.
El espacio a bordo es muy bueno y muy cómodo. Sobre todo, y como siempre, delante, porque sus asientos delanteros son confortables y muy versátiles. Disponen hasta de masaje, un elemento que se puede encontrar en vehículos mucho más caros.
Detrás, a tres adultos no les va a sobrar mucho espacio, pero si no fuera porque el asiento central no está preparado como tal (algo habitual, por otra parte), podrían realizar algún viaje sin problema. El espacio para las piernas y para las cabezas está bien aunque estos pasajeros sean altos y sobrepasen los 1,80 metros. No podrán regular el climatizador, pero cuentan con salidas de aire y dos tomas USB de tipo A y de tipo C.
Respecto al maletero, esta unidad con tracción total y el sistema de sonido BOSE, cubica 450 litros. En otras versiones con traccion delantera y el sonido de serie, el maletero se amplía hasta los 504 litros. El suelo del maletero se puede colocar a dos alturas.
E-Power: una mecánica híbrida nada convencional
Y no lo es porque a pesar de contar con un motor de combustión y otro eléctrico, el primero no tiene conexión directa con las ruedas y solo se enciende para recargar la batería de la que toma la energía el motor eléctrico que tiene una potencia conjunta de 190 CV. El motor de combustión es un tres cilindros de 158 CV que acciona un generador que envía la energía a la batería, de 2,1 kWh brutos y con una potencia de 90 CV. Este tamaño le impide una autonomía más alla de los dos o tres kilómetros.
Es decir, en definitiva y para no andar con demasiados tecnicismos, es el motor eléctrico el que mueve las ruedas.
Y esto provoca una sensación especial a bordo de estar entre dos mundos. No es tan suave y silencioso como un eléctrico, pero sí lo es más que uno de gasolina.
En marcha, el motor se enciende y se apaga a su libre albedrío según detecta el nivel de carga de la batería. Y solo en el caso de que se le dé un buen pisotón al acelerador, arrancará el motor en todos los casos para apoyar la batería y que la aceleración sea más inmediata, aunque no tanto como en un eléctrico puro. Si el pisotón no es muy fuerte y la batería tiene carga suficiente, ofrece su potencia eléctrica y la reacción sí que se asemejará a la de un eléctrico.
Claro que, esta complicación mecánica origina un cierto retraso entre la demanda del acelerador y la reacción del Nissan Qashqai al que no ayuda el cambio automático de tipo variador. Sobre todo, lo dicho, si la demanda requiere del apoyo de motor tricilíndrico. A pesar de esto, en el 0 a 100 km/h tarda solo 7,9 segundos, alcanzando una velocidad máxima de 170 km/h.
También cuenta con tres modos de conducción: Eco, Normal y Sport. El primero es el más recomendable para viajar, ya que elimina la regeneración en la frenada. Y hablando de esta, hay distintos niveles de retención que llega al máximo con la función e-Pedal y que, prácticamente elimina la necesidad de pisar el freno, sobre todo en ciudad.
Esta frenada tiene buena potencia, aunque hay que acostumbrase a un tacto del pedal algo especial: en un primer recorrido frena menos y luego, de repente, la potencia de detención se incrementa exponencialmente.
Mucho peso, pero poco consumo
Con un peso de casi 1.700 kilos, no es un coche deportivo, ni lo pretende. Al igual que su mecánica, la amortiguación y dirección va orientada al confort de conducción y del pasaje.
Por eso, en virajes a alta velocidad o rápidos cambios de dirección, la carrocería comienza a bascular mucho y avisa de que no se siente cómoda.
Aunque lo mejor y que más apreciará el futuro comprador de este modelo, será un aquilatado consumo que rondará los 6 l/100 km, algo más de los homologados 5,4 l/100 km.
Tekna+: muy equipado
En los acabados japoneses, de forma habitual, hay pocas opciones para completarlos. Es decir, son paquetes de equipamiento cerrados en los que solo se pueden elegir unas pocas opciones, cuando las hay, que no es siempre y que cuando las hay, suelen ir en packs.
Esto pasa con este acabado, el tope de gama, denominado Tekna+ y que incluye todo lo que un usuario medio puede necesitar, y bastante más. Entre otros elementos cuenta con llantas de 20 pulgadas, techo de cristal panorámico, sistema de sonido Bose, camara 360, control de crucero adaptativo, frenada trasera automática, etc.
El precio es de 41.750 euros, que puede parecer alto, pero que va acorde a toda la tecnología que ofrece. Lo bueno es que se puede tener este motor e-Power de forma mucho más económica, gracias al acabado de acceso denominado Acenta, que cuenta con un precio realmente interesante de 33.300 euros. Y cuenta con la etiqueta ECO de la DGT en el parabrisas.
Sigue toda la información de EL MOTOR desde Facebook, X o Instagram