Opel Astra Electric: otro mito que se transforma

En la metamorfosis del mercado europeo de automóviles hacia la electrificación total, la marca que tiene un rayo en su símbolo, Opel, no podía quedarse atrás.

A su amplia gama ya electrificada, se le une ahora todo un superventas, el Opel Astra. Estará disponible a finales de 2023 y llega con la suavidad de conducción típica de estos coches. Y con más argumentos.

Buenos datos

El compacto alemán monta ahora una batería de 54 kWh que le permite ofrecer una autonomía de 418 kilómetros.

Su motor rinde 115 kW (156 CV) y un par motor de 270 Nm, gracias al cual alcanza una velocidad máxima de 170 km/h. Eso sí, según sus modos de conducción, la potencia varía, ya que en el modo Eco ofrece 108 CV, en el modo Normal 136 y en el modo Sport, ya sí, los 156 CV de máxima.

Su peso es de 1.679 kilos y sus llantas, de 18 pulgadas, cuentan con un nuevo diseño para ayudar a reducir el consumo. Homologa un consumo medio de 14,8 kWh, que no está nada mal respecto a sus rivales.

Si se habla de carga, este Opel se puede cargar al 80 por ciento en unos 30 minutos en una estación de carga rápida de corriente continua de 100 kW. Además, está equipado de serie con un cargador trifásico de 11 kW a bordo para una toma doméstica.

Su maletero, con 352 litros, pierde 70 respecto a las versiones de combustión. Si se pliegan los asientos traseros, se alcanzan los 1.268 litros.

Interior ‘puro’

Al acceder al interior del Astra, lo primero que llama la atención es su pureza de líneas. Su Pure Panel totalmente digital se compone de dos pantallas panorámicas de 10 pulgadas, que muestran las funciones más importantes, como el estado de la carga de la batería o la autonomía.

Algo que muchos agradecerán es que todavía hay botones físicos bajo la pantalla central de infoentretenimiento, para ajustar el climatizador.

En este Astra Electric, que va asociado al acabado GS, resulta llamativo el gran tamaño del head-up display, que con el navegador muestra una parte del mapa por donde se circula.

Respecto a la seguridad, el sistema opcional Intelli-Drive 2.0 integra numerosos asistentes electrónicos y los combina por primera vez con el cambio de carril semiautomático y la adaptación inteligente de la velocidad.

En marcha

La suavidad de conducción es la tónica general en el Opel Astra Electric. En una breve toma de contacto en las cercanías de Berlín (Alemania) se ha podido comprobar que el gasto de energía es de lo más comedido. Y es que, en condiciones reales, la mayoría por ciudad con algunos tramos interurbanos, el consumo ha sido prácticamente idéntico al homologado.

En estas condiciones, incluso con el aire acondicionado puesto, será fácil cumplir con las expectativas de ese rango de actuación que se promete sobre los 400 kilómetros.

Sus 156 CV rinden bien y mueven con alegría los casi 1.700 kilos de este Astra, pero no se pueden esperar unas salidas fulgurantes como en otros eléctricos más potentes o un comportamiento tan deportivo.

Aun así, al haber aumentado su rigidez torsional un 31% en comparación con otras variantes del Astra, se muestra muy estable en virajes y solo la inercia de sus kilos pueden pasar factura si se apuran sus limites físicos. Para detenerlos, este compacto eléctrico no cuenta, como otros de su especie, con levas tras el volante para aumentar la regeneración en la frenada. Solo dispone del botón B, que aumenta esta recarga al perder velocidad.

La amortiguación se orienta a la dureza y a la sujeción de esos kilos, más que al confort del pasaje, lo que pasa factura, y no muy buena, ya que a bordo se sienten bastantes rebotes.

Solo queda saber un precio que aún no se ha desvelado y que puede ser definitivo para que la versión eléctrica del Opel Astra continúe con la historia de éxitos que tienen en su haber sus homónimos de combustión.