Diseño urbanita y moderno, tamaño compacto para la ciudad, comportamiento sólido en carretera y tres tecnologías mecánicas para elegir, gasolina, diésel y 100% eléctrica. Y también un interior con algunos detalles austeros y algo justo de espacio en las plazas traseras. Son los aspectos más destacados del nuevo Opel Mokka, que quiere convertirse en la vacuna de la marca alemana para curar la caída de ventas de los últimos años: en 2016 fue líder hasta que el último día del año fue superada por Renault, y en 2020 ocupó el 15º puesto de la clasificación nacional.
El nuevo SUV pequeño de Opel está ya a la venta, pero las primeras unidades no llegarán hasta finales de marzo: las tarifas arrancan en 21.824 euros la versión 1.2 de gasolina y 100 CV y en 22.500 euros el 1.5 D diésel de 110 CV.
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Con los descuentos promocionales de la marca (incluidas las rebajas por financiar con la casa y por la entrega de un usado), los precios arrancan en 18.823 euros y 19.612 euros, respectivamente. El precio oficial de partida del Opel Mokka-e eléctrico es de 35.400 euros.
Diseño moderno y robusto
El nuevo Mokka aporta una imagen moderna y atractiva, y estrena el nuevo lenguaje de diseño que aplicará Opel en sus próximos modelos. El frontal es la parte más llamativa, con una parrilla horizontal que recorre la base del capó de lado a lado, integra en los extremos unos faros rasgados y aporta una mirada elocuente.
En el lateral destaca la cintura alta, con mucha chapa y unas ventanillas pequeñas con poco cristal. Y junto con las aletas musculadas, le proporcionan un aspecto robusto. Y esa imagen se mantiene también en la zaga, con un nervio muy marcado debajo de la luneta, que junto a unos pilotos estrechos son sus rasgos más originales. El resultado es un SUV de aspecto urbanita y vanguardista con una personalidad muy definida que lo distingue de todos sus rivales.
Más pequeño por fuera y por dentro
El Opel Mokka mide ahora 4,15 metros de largo y es 12 centímetros más corto que el Mokka X anterior. Y compite con los Seat Arona, Nissan Juke, Skoda Kamiq, Citroën C3 Aircross y otros SUV pequeños similares, como el nuevo Hyundai Bayon.
La presentación interior es aparente, con un salpicadero orientado al conductor, y se puede personalizar con listones en diferentes colores que realzan el conjunto. Muestra un aspecto correcto y vistoso, aunque se echan de menos un cuadro de instrumentación y una pantalla central (solo de siete pulgadas de serie) algo más grandes y modernas.
La posición de conducción y los asientos delanteros están bien resueltos, pero las plazas traseras son más justas que en otros rivales, tanto en anchura como sobre todo en la zona de las rodillas: si el conductor y el copiloto miden más de 1,75 metros, el espacio para las piernas es insuficiente. Y el maletero tampoco destaca: de 350 hasta 1.105 litros si se pliegan los respaldos posteriores.
Comportamiento sólido y consistente
La conducción es quizás el punto fuerte del Opel Mokka frente a otros rivales de su tamaño. La nueva plataforma o chasis han permitido reducir 120 kilos el peso y han aumentado a la vez un 15% la rigidez. También se ha mejorado la aerodinámica, que con un CX de solo 0.32 ha permitido reducir un 16% la resistencia del aire a 130 km/h y ahorrar 9,9 gramos por kilómetro de CO2, según la marca.
Estas mejoras, unidas a unas suspensiones de tarado firme y una dirección de precisión correcta, ayudan al Opel Mokka a ofrecer un comportamiento bastante sólido y aplomado que se aprecia tanto en zonas viradas como en autopista, y no penaliza el confort. Así, acusa poco las inercias de los SUV en las curvas y ofrece una conducción ágil y consistente que permite disfrutar al volante, y lo sitúa lejos del tacto impreciso y los balanceos acusados de su primo el Citroën C3 Aircross.
Por lo demás, está bien aislado por dentro, tanto de mecánica como de rodadura, otro detalle que contribuye a transmitir una sensación de solidez y calidad superiores también a muchos competidores.
Gasolina, diésel y eléctrico para elegir
La variedad mecánica es otro aspecto destacado del nuevo Opel Mokka. Hay dos versiones 1.2 de gasolina y tres cilindros, con 100 y 130 CV (desde 21.824 y 25.358 euros, sin descuentos), aunque la última solo está disponible de momento con el acabado superior Ultimate (30.242 euros). Se ofrecen con cambio manual de seis marchas y el de 130 CV también con el automático AT8 de ocho velocidades. Además, la gama incluye un 1.5 d turbodiésel de 110 CV desde 22.500 euros, que por la escasa diferencia de precio parece el más recomendable. Esta versión anuncia un consumo de solo 4,4 litros de media, frente a 5,5 en gasolina.
La gama se completa con el Opel Mokka-e, un modelo 100% eléctrico que comparte el módulo de los demás modelos del Grupo Stellantis. Con un motor de 136 CV, batería de 50 kWh y 324 kilómetros de autonomía oficial, cuesta 35.400 euros.
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