La gama 718 de Boxster se corona por todo lo alto en la recta final de los deportivos con motor central atmosférico de Porsche. Y es que lo hace con la llegada de la versión RS del 718 Spyder, el equivalente descapotable del 718 Cayman GT4 RS.
Su motor de seis cilindros atmosférico de 500 CV del Porsche 911 GT3 se monta ahora, por primera vez, en un deportivo con carrocería abierta.
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Con unas medidas de 4,42 metros de longitud, 1,82 de anchura y 1,25 de altura, a diferencia del Cayman, este Spyder no tiene un alerón trasero grande, sino un borde de ataque cuya forma de cola de pato recuerda al del legendario 911 Carrera RS 2.7 de 1972.
El frontal es prácticamente idéntico al del Cayman GT4 RS: molduras laterales delante de las ruedas delanteras, aperturas de ventilación en las aletas, una amplia salida de aire delante del capó delantero de carbono y tomas de aire NACA.
Se llaman así porque fueron desarrolladas originalmente por el Comité Asesor Nacional de Aeronáutica (NACA por sus siglas en inglés), precursor de la agencia espacial NASA. Estas tomas de aire mejoran la refrigeración de los frenos sin que se resienta la aerodinámica del vehículo.
Una capota muy especial
La capota textil del Spyder RS consta de dos elementos: el techo en sí, que protege a los ocupantes de la radiación solar y un paravientos contra la intemperie que integra una luneta trasera de cristal. Cuando ambas piezas están montadas, el vehículo queda completamente estanco. Y cuando no hay previsión de lluvia, ambos componentes se pueden dejar en el garaje, con lo cual se pueden ahorrar hasta ocho kilogramos de peso (6,5 la capota y 1,5 el cortavientos).
Por supuesto, ambos elementos se pueden llevar a bordo. Pero la coreografía de su montaje no es sencilla ni rápida. Hay que acostumbrarse a seguir los pasos en orden y sin saltarse ninguno. Entre dos personas, se tarda alrededor de un minuto en ponerla.
Porsche dice que uno solo también puede ponerla, pero la verdad es que no será tarea fácil. Y eso que una vez puesta queda muy estética, ya que los tirantes traseros le dan una imagen como de toldo Bimini o lona de fondeo de un barco.
Todo este techo, incluidos los elementos mecánicos, pesa algo más de 18 kilos, lo que supone casi ocho menos que en el 718 Boxster.
Mecánica extraordinaria
El motor de este Porsche 718 Spyder RS es el mismo que el del 718 Cayman GT4 RS, su homólogo Coupé. Se trata de una mecánica bóxer de aspiración (sin turbo), seis cilindros y 4.0 litros de cubicaje que ofrece 500 CV de potencia y 450 Nm de par motor. Además, es capaz de girar a 9.000 rpm.
Con un peso de 1.410 kilos (40 menos que el 718 Spyder) y en combinación con el rápido cambio automático PDK de siete velocidades, puede pasar de 0 a 100 km/h en 3,4 segundos y de O a 200 km/h en 10,9. También en comparación con el 718 Spyder sin la denominación RS, esos 3,4 segundos son medio segundo más rápido, gracias, además de a su menor peso, a sus 80 CV adicionales. Y en vez de los 300 km/h de velocidad máxima de su homónimo, el RS alcanza los 308.
¿Lo peor de todo? Que es el último motor de gasolina que utiliza esta serie. La próxima ya llegará electrificada y sin las sensaciones que otorga esta mecánica.
En las carreteras alemanas
Se rodó muy cerca de Stuttgart (Alemania) por unas carreteras reviradas y de buen asfalto, es decir, el entorno ideal para este tipo de vehículo. Y a propósito de esas sensaciones que regala este motor, quizá sean las sonoras las que más impactan.
Porque el sonido de este bóxer de seis cilindros, agudo y metálico a partes iguales, es un auténtico regalazo para los oídos y, por extensión, para todos los sentidos. Ya desde pocas vueltas el vello se eriza y si se sube hasta cerca de esas 9.000 vueltas, el resto de los sentidos comienzan a revolucionarse a la par.
Además, el empuje es simplemente brutal. Y eso que aquí no hay turbo. Desde abajo es un motor lleno… de vida. Al subir de revoluciones y si se manejan las levas tras el volante, casi siempre se tiende a cambiar de marcha antes de lo que se podría. El empuje y el sonido ya parecen suficientes a 5.000, 6.000 revoluciones, así que lo sorprendente es que a partir de ahí está lo mejor.
Tampoco defrauda la rapidez del cambio, sobre todo en su modo Sport. Que si se pulsa junto al del aumento de sonoridad en el escape, trasladará a los dos posibles ocupantes a ese mundo de sensaciones donde solo algunos privilegiados habitan.
Chasis a la altura
Claro que no solo su motor es de sobresaliente. El chasis casa a la perfección, comenzando con unas suspensiones que han reducido la altura en 30 milímetros y que, siendo duras, no resultan secas, como en el GT4 RS, que son prácticamente de circuito.
Preciso, ágil y neutro. Es la mejor forma de resumir su comportamiento. Eso sí, si se estropea el asfalto, también se estropeará su conducción, obligando a corregir más de lo deseable con su espectacular volante.
Y como en todo buen descapotable, hay que hablar de cómo se siente sin la capota: de maravilla. Aunque carece de ventanillas traseras, con las delanteras subidas y sin ni siquiera poner el deflector, se puede mantener una conversación sin problemas por las turbulencias aerodinámicas incluso si se sobrepasa la velocidad legal en España (la prueba se realizó en tramos de autovía alemana donde no hay límite de velocidad y a unos 160 km/h no entra demasiado aire a su habitáculo). Eso sí, habrá que elevar el tono, pero por el rugido de su motor.
Cuenta con el Porsche Torque Vectoring (PTV) que funciona con un bloqueo transversal mecánico del eje trasero de forma asimétrica y una intervención de la frenada específica en las ruedas traseras. Por ello, el sistema proporciona una tracción muy eficaz incluso en superficies de carretera cambiantes, como resultaron en esta prueba, donde una ligera lluvia aparecía y desaparecía cada pocos kilómetros.
Interior y precio… racing
El equipamiento interior de serie incluye asientos envolventes ligeros de polímero reforzado con fibra de carbono (CFRP) con laterales de cuero y secciones centrales de Race-Tex (una especie de Alcántara). El salpicadero y las molduras interiores están forrados con cuero.
Para el 718 Spyder RS también hay disponible un paquete Weissach opcional (13.650 euros) con numerosos elementos de carbono visible en la carrocería y más elementos en Race-Tex. Además, con este paquete deportivo se incluyen las salidas de escape de titanio. Eso sí, fuera de este paquete quedan las llantas de magnesio, también de 20 pulgadas, como las de serie.
El precio del Porsche 718 Spyder RS es de 180.080 euros. Un descapotable muy exclusivo, en todos los sentidos.
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