Volkswagen Passat TDI 150 CV R Line: para hacer kilómetros de calidad con toda la familia

Este Volkswagen demuestra que es uno de los familiares más convincentes del mercado actual.

Volkswagen

El Passat 2024 ya solo se vende con carrocería familiar.

Mide casi cinco metros de longitud, en concreto 4,92. Esto supone un aumento de nada menos que 14 centímetros respecto a su predecesor.

Y es que, esta novena generación del Volkswagen Passat no solo es más grande, sino que también es más eficiente y, sobre todo, más espaciosa a bordo.

Solo carrocería familiar

En el mercado, las berlinas cada vez se venden menos, en favor principalmente de las carrocerías tipo SUV. Esto ha llevado a Volkswagen a adoptar una decisión salomónica: el Passat ya solo se vende con carrocería de tipo familiar.

Esto le da ese plus extra de versatilidad respecto a la carrocería sedán, sobre todo en la parte trasera y el maletero. Respecto a este último, su capacidad crece en 40 litros, alcanzando los 690 litros con cinco plazas y hasta 1.920 litros con los asientos traseros abatidos.

Una verdadera cueva con capacidad de hasta casi 2.000 litros.

Al volante las diferencias más evidentes vienen del nuevo selector del cambio, ahora dispuesto en la parte derecha de la columna de dirección en lugar de entre los asientos. La segunda diferencia viene del salpicadero y, sobre todo, de la tremenda pantalla central de, en este caso, con el acabado R-Line, 15 pulgadas (en otros acabados es de 12,9 pulgadas).

Su software es rápido y su manejo bastante intuitivo. Se puede personalizar y configurar los accesos directos. Pero lo que más llama la atención es que si se pasa mucho tiempo tocando la pantalla en marcha, avisa e inhabilita la función táctil unos instantes.

La pantalla se bloquea si se toca mucho en marcha.

Respecto a sus asientos, también ofrecen una comodidad muy destacable, con buenas sujeciones laterales y además, ahora, con función de masaje, que hace los viajes todavía más cómodos.

Y detrás, mucho espacio. Tanto que es uno de los vehículos con más hueco para las piernas de los pasajeros traseros junto con su hermano de grupo, el Skoda Superb Combi.

Mecánica eficiente y solvente

Esta unidad monta el motor 2.0 TDI diésel de 150 CV, a priori, la mejor mecánica si se busca utilizarlo para lo que mejor está diseñado: viajar.

Y es que hay otra mecánica diésel, esta vez con 193 CV, pero su consumo sube casi un litro cada 100 kilómetros y con el de 150 ya resulta más que suficiente y satisfactorio para devorar kilómetros.

Porque con un consumo medio de 5,2 litros cada 100 kilómetros, por cierto, bastante ajustado a la realidad y que en esta prueba solo subió a unos 5,6 litros; también es capaz de alcanzar los 223 km/h de velocidad máxima o pasar de 0 a 100 km/h en 9,3 segundos ya que traslada un peso de casi 1.700 kilos.

Su longitud es de casi cinco metros.

De viaje

Es un coche ideal para viajar. El espacio a bordo y sus comodidades, invita a pasar horas y horas sentado en sus confortables asientos, ya sea delante o detrás. Y con todo el equipaje de los cinco pasajeros dispuesto holgadamente en su gigante maletero.

Y es que su tamaño no invita ni a rodar por ciudad, aunque también lo haga de manera solvente ni, sobre todo, a aparcar en los antiguos y pequeños parkings del centro de las ciudades.

El acabado R-Line cuenta con unas suspensiones algo más firmes, pero en marcha no se notan demasiado duras ni desagradables. Aunque habrá quien prefiera más comodidad, sobre todo si se piensa que con el Passat no se va a circular demasiado deprisa ni es un vehículo ideado para disfrutar de carreteras reviradas, aunque las afronte con dignidad y con la sensación de que es un coche más pequeño y deportivo. Pero para esos menesteres hay otros productos más adecuados.

El aplomo del Passat es muy notable y devora los kilómetros sin cansancio para el pasaje.

Su aplomo es muy notable, incluso si se fuerza el ritmo y hay algún cambio de dirección inesperado.

Y su motor TDI de cuatro cilindros responde muy bien en cualquier régimen, ayudado por el rápido cambio automático de doble embrague DSG de siete velocidades.

Lo único medianamente criticable es que produce algo de ruido en el interior, sobre todo cuando se acelera a fondo y a baja velocidad. Pero parece más un problema de aislamiento que del propio motor, porque también entra en el habitáculo algo de ruido de rodadura. Y en esto se nota que es un coche generalista y no premium, como puede ser un Audi A6 o un Mercedes Clase E.

Equipamiento futurista

El acabado más alto de gama, el de esta unidad de pruebas y denominado R-Line, cuenta con un equipamiento de primer nivel, como por ejemplo unos faros Matrix Led con intermitentes dinámicos, luz de carretera automática.

El interior está muy bien ordenado y exhibe mucha calidad en componentes y ajustes.

A esto se le suman unas llantas de 18 pulgadas, portón del maletero eléctrico o volante calefactable entre otros. No hay muchas opciones, pero entre ellas destacan la suspensión adaptativa por 1.035 euros o el techo panorámico corredizo por 1.365 euros.

Con este acabado, su precio final es de 52.965 euros. Puede parecer mucho, pero también es un coche que ofrece mucho. Sobre todo, espacio y comodidad al volante.

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