Coches que frenan solos sin motivo: ¿leyenda urbana o realidad?

Desde julio de 2022, las ayudas a la conducción (ADAS, por sus siglas en inglés) son obligatorias en todos los nuevos coches homologados en el territorio de la Unión Europea. Una normativa que se desarrolló para incrementar la seguridad vial tanto en ciudad como en carretera.

El paquete de asistencia a la conducción está formado (de momento) por 10 ayudas que afectan a los puntos más críticos y que más siniestros causan. 

Son estas: cambio involuntario de carril, detector de fatiga y somnolencia, control de presión de los neumáticos, alcoholímetro antiarranque, asistente de velocidad, avisador de cinturón de seguridad en las plazas traseras, cámara de marcha atrás y de tráfico cruzado, frenada autónoma de emergencia, detección de señales y cajas negras.

Como todo ingenio mecánico, estas tecnologías tienen que estar calibradas correctamente para que realicen de forma adecuada su cometido. Esto y los pequeños pecados de juventud de un sistema recién implantado están llevando a que comience a hablarse de frenados fantasma.

Frenado automático de emergencia

El culpable de que en los últimos meses se mencione este problema es del frenado automático de emergencia (AEB). Este dispositivo dispone de varios componentes, como son el sensor de medición de la velocidad de giro del pedal de freno, el sensor de medición de la fuerza ejercida sobre el pedal, la unidad de control y la unidad electro-mecánica de la presión en el circuito de freno, en asociación con el ABS y el ESP (control de estabilidad). 

Además, para ayudar a la frenada en los sistemas con detección de peatones, ciclistas y otros obstáculos, se utilizan cámaras, sensores y radares. Por otra parte, una centralita es la encargada de procesar los datos y distinguir los objetos para activar la frenada, aplicando la máxima intensidad si es necesario. En definitiva, el coche por sí solo puede realizar una frenada sin la intervención del conductor.

Frenado fantasma

Hasta ahora, los mayores problemas que habían surgido a raíz del frenado fantasma se habían concentrado en los coches con un nivel 2 de conducción autónoma. Especialmente, Tesla ha tenido varios problemas en este terreno. Los coches de Elon Musk han provocado y sufrido graves accidentes por el llamado phantom breaking (‘frenada fantasma’) en Estados Unidos.

El fenómeno consiste en que el sistema de ayuda automática de frenado se activa de manera inesperada y sin una amenaza real de colisión, provocando que el coche frene hasta su detención.

En la mayoría de las ocasiones, no se han registrado víctimas mortales en este tipo de accidentes, pero sí que han generado preocupación y mucho ruido mediático. Por eso, en Estados Unidos, la NHTSA (Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras​) abrió a Tesla una investigación en marzo.

Más marcas involucradas

No solo son los coches de Elon Musk los que están teniendo problemas con el frenado fantasma —la mayoría de las veces ocurre con el Autopilot conectado—.

Así, Nissan, Subaru, Toyota, Ford, Honda y General Motors también han tenido que retirar alguna unidad de la circulación, realizar llamadas a revisión o redactar informes por problemas relacionados con el frenado automático de emergencia.

La NHTSA ha declarado que es importante que los conductores comprendan las limitaciones de los sistemas ADAS, permaneciendo atentos mientras conducen, incluso cuando estos sistemas están activados. 

Por su parte, Bosch, el especialista en asistentes electrónicos, ha recalcado en un comunicado la importancia de estos sistemas: “El freno automático podría evitar hasta el 72 % de todas las colisiones por alcance con lesiones”.