Todo podría cambiar este mismo año. El gigante chino CATL, primer fabricante mundial de baterías, va a iniciar en breve la producción en masa de un nuevo tipo de acumuladores que no necesitan litio. Este componente es uno de los principales obstáculos para el desarrollo definitivo del coche eléctrico, porque su limitada disponibilidad y su creciente demanda han provocado que el precio en el mercado se haya duplicado en el último año.
Para fabricar una batería para un vehículo eléctrico hacen falta varios kilos de litio. Pero los principales yacimientos de este metal alcalino se encuentran en Chile y Australia, lejos de las plantas automovilísticas, con los inconvenientes medioambientales que su transporte y procesamiento conllevan.
Y, además, la producción prevista de litio no parece que será suficiente para llevar a cabo los ambiciosos planes previstos por la transición energética.
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Sin embargo, una nueva tecnología parece ser la solución definitiva a este importante problema. El uso de baterías de ion sodio, un elemento mucho más abundante en la naturaleza, podría resolver la cuestión de la escasez de litio, pero también abaratar de forma significativa las baterías, cuyo elevado precio está retrasando el desarrollo del coche eléctrico.
Inminente inicio de producción
Hasta ahora, la solución de sustituir el litio por sodio planteaba el inconveniente de su menor densidad energética, lo que disminuía considerablemente la autonomía de este tipo de baterías. Pero ahora parece que estos problemas han sido superados.
Tras los trabajos de los investigadores de CATL en el centro de desarrollo tecnológico de Contemporary Amperex de Turingia (Alemania), la compañía ya ha anunciado el inicio de la producción de una nueva generación de baterías con esta tecnología.
Los resultados se anuncian muy prometedores, ya que, entre sus principales ventajas, estas baterías CATL, además de ser más asequibles, podrán recuperar su carga en tan solo 10 minutos y dispondrán de autonomías de alrededor 1.000 kilómetros. Y también se sabe que los primeros coches que las equiparán llegarán en 2024 y que previsiblemente serán de las marcas chinas Zeekr y Geely.
Por otro lado, la nueva tecnología basada en el sodio no parece ir desencaminada, porque otro gran fabricante de coches eléctricos como BYD ya ha anunciado para el año que viene el lanzamiento de modelos con este tipo de batería.
Además, HiNa Battery, otro fabricante chino de componentes, ya ha iniciado las pruebas con la nueva tecnología de ion-sodio en un prototipo de la marca de coches eléctricos JAC (Anhui Jianghuai Automobile Group Corp). Una empresa que está participada por el grupo alemán Volkswagen, que, muy probablemente, podría utilizar este tipo de baterías en sus próximos modelos eléctricos de tamaño compacto.
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