La luz solar como fuente de electricidad es una de las grandes bazas de la transición energética. Y los coches que funcionan con baterías no son una excepción.
Ya existen algunos coches presentados por la japonesa Toyota o la coreana Hyundai que integran en sus carrocerías paneles fotovoltaicos para captar la energía lumínica y transformarla en corriente eléctrica que recarga sus baterías.
Asimismo, hace tiempo que se investiga esta tecnología mediante vehículos experimentales que para desplazarse se nutren exclusivamente de esta fuente energética limpia. Véanse los prototipos que compiten anualmente en la World Solar Challenge.
Adaptable a cualquier tipo de vehículo
En este campo tan innovador, unos investigadores del Instituto Fraunhofer de Sistemas de Energía Solar (ISE) con sede en Alemania han dado ahora un paso importante, al desarrollar un sistema que permite equipar cualquier vehículo con la nueva tecnología fotovoltaica.
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El invento consiste en unas láminas muy finas y autoadhesivas que recubren a las células fotovoltaicas necesarias para producir energía. Y la idea promete porque se pueden instalar en todo tipo de automóviles, eléctricos o no, y les permite así generar electricidad para autoabastecerse.
En su investigación, los ingenieros alemanes han agrupado 120 células fotovoltaicas sobre el capó de un Volkswagen Polo de cuarta generación, un modelo enormemente popular en el mercado. Y después de conectarlos entre sí, los han recubierto de una lámina autoadhesiva.
Este conjunto de células desarrolla una potencia generativa de hasta 115 watios y, según sus creadores, el sistema es capaz de suministrar energía de sobra para alimentar a todos los componentes electrónicos del coche, con el ahorro que esto supone para la batería.
Poco peso
Y aunque la tecnología se ha ensayado en el ISE usando un coche de motor térmico convencional, serviría en los eléctricos para descargar a la batería de ese trabajo extra que supone alimentar a los diversos sistemas periféricos del vehículo. Una ayuda de origen solar que permitiría conservar mejor la carga de la batería y así alargar la autonomía práctica del vehículo.
Las ventajas de esta nueva tecnología no acaban aquí, puesto que la lámina fotovoltaica podría aplicarse en cualquier otra superficie de la carrocería. Como por ejemplo en el techo, donde ahora suelen ir instalados los paneles solares existentes.
Frente a estos, el sistema desarrollado por el Instituto Fraunhofer presenta la ventaja de ser mucho más ligero, ya que los actuales utilizados por Toyota y Hyundai están integrados en gruesos paneles de cristal.
Además, este peculiar vinilo fotovoltaico aporta la virtud de revestir la carrocería con el mismo color que la pintura, gracias a una tecnología desarrollada en el mismo laboratorio y que ha sido patentada como MorphoColor. Funciona gracias a una lámina intermedia que refleja justo el espectro lumínico adecuado para reproducir el tono deseado y supone una gran ventaja estética que solo resta un 10% de eficacia a las células fotovoltaicas.
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