¿Se pueden reciclar las baterías de los coches eléctricos?

Todos los supuestos que se contemplan cuando llega el final de la vida útil la batería de un coche eléctrico.

Batería

Las baterías de litio son, de momento, muy caras de reciclar.

Los vehículos eléctricos se han convertido en la opción preferida de muchos compradores de coches. Los precios de la gasolina y la preocupación por el medio ambiente motivan a cada vez más personas a dejar la gasolina y pasarse a la electricidad, pero el segmento es tan nuevo que todavía hay grandes preguntas sin respuestas claras.

Una de ellas tiene que ver con las baterías que alimentan los últimos vehículos eléctricos que salen al mercado: ¿pueden reciclarse?

Al igual que un teléfono móvil, los coches 100% eléctricos tienen baterías de iones de litio que pueden almacenar energía y recargarla una vez gastada. El problema surge cuando esas baterías están tan utilizadas que ya no pueden proporcionar una autonomía adecuada. Las grandes y pesadas baterías suponen un claro peligro para el medio ambiente, por lo que el reciclaje se ha convertido en un objetivo prioritario en el sector.

Un problema complicado

El reciclaje de las baterías no es barato, eficiente o rápido. Los costes bajarán una vez que haya suficientes vehículos eléctricos en la carretera para crear beneficios de escala, y habrá usos para las baterías una vez que sus vidas en los vehículos eléctricos lleguen a su fin. De momento, Tesla afirma que puede reciclar hasta el 92% de los materiales de sus baterías y asegura que ninguno acaba en los vertederos.

¿Cómo se reciclan hoy las baterías?

Actualmente, el único material de las baterías de los vehículos eléctricos que merece la pena reciclar es el cobalto. El reciclaje del litio, el manganeso y el níquel, de momento, no resulta interesante económicamente ya que requieren procesamientos adicionales que aumentan los costes.

Esto no sólo es perjudicial para el medio ambiente, ya que hay miles de toneladas de material sobrante, sino también para los recicladores, porque a menos que haya un comprador para el litio y el manganeso, podrían acabar en la basura, con la contaminación extra que esto supone.

Los dos métodos principales para reciclar baterías implican temperaturas extremas o ácido. Ambos procesos generan emisiones y crean residuos, que pueden acabar en el medio ambiente. Además, aparece la cuestión económica, ya que muchas empresas de baterías pretenden utilizar menos cobalto. Si este es el caso, los márgenes de beneficio de los recicladores, de por sí ya bastante justos, se verán todavía más mermados.

También hay que tener en cuenta que reciclar los materiales de una batería es una tarea muy laboriosa y peligrosa. A todo esto se le añaden los costes de transporte de estas grandes y pesadas baterías, que pueden suponer hasta el 40% de los costes totales de reciclaje. Además, debido al riesgo de incendio, algunas empresas de transporte tienen directrices estrictas sobre cómo y cuándo se puede realizar este transporte. Las empresas que aceptan las cargas pueden cobrar un suplemento por el riesgo y los permisos que conlleva.

El coste de transportar las baterías para su reciclaje es muy alto.

¿Cuánto dura la batería de un eléctrico?

En general, casi todos los fabricantes de automóviles garantizan las baterías de sus coches eléctricos durante al menos ocho años o 100.000 kilómetros.

Sin embargo, más allá de la garantía, está el problema de la degradación de la batería. Esta es variable, pero si cae por debajo del 20%, el deterioro puede ser más rápido, al igual que si se usa de forma habitual los cargadores de alta velocidad.

Reutilización de la batería

Los propietarios de vehículos eléctricos deberían considerar la posibilidad de sustituir sus baterías o su coche cuando la autonomía caiga por debajo del 80%. Sin embargo, por debajo de esta carga, la batería todavía puede servir para otras tareas.

Empresas y particulares han desarrollado métodos para reutilizar las baterías en unidades de almacenamiento de energía en el hogar. Esto permite aprovecharlas sin añadir materias primas o engorrosos procesos adicionales.

El total reciclaje de las baterías es costoso y, hoy en día, solo se aprovecha el Cobalto.

Algunas empresas utilizan múltiples baterías conectadas y gestionadas por un sistema de monitorización y refrigeración. El producto final puede ser tan grande como un contenedor de transporte y almacena la electricidad generada por los paneles solares durante el día.

Almacenaje, otro problema

Dado que los costes de reciclaje de estas baterías son muy elevados, no siempre es razonable, desde el punto de vista económico, que un desguace o una empresa de reciclaje lo haga. En estos casos, las baterías se almacenan en lugares específicos, a la espera de que los beneficios económicos del reciclaje terminen por compensar los costes.

Los fabricantes de automóviles suelen hacer esto con las baterías que han sustituido en garantía. Esto tiene sus riesgos, ya que las baterías usadas pueden presentar un riesgo de incendio, sobre todo si hay daños o defectos en las celdas, o más sencillo, se almacenan en sitios abiertos y a la exposición del calor o de agentes climatológicos adversos.

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Alfredo Rueda

Periodista especializado en motor desde hace más de 20 años, ha trabajado en diferentes gabinetes de prensa (Federación Española de Automovilismo o Circuito del Jarama) y medios especializados (Motor 16, Marca Motor o Auto Bild). Apasionado de coches, motos y, ahora también, de los cacharros con alas.

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