Pensando en fórmulas con las que sea posible escapar de los radares y de los controles policiales, quizás, este motorista pensó que había encontrado una manera genial de lograrlo. No sólo no lo consiguió, sino que su método es uno de los menos sofisticados que se ha visto.
Su plan fracasó porque no consiguió engañar a los agentes. Los hechos tuvieron lugar en Lot-et-Garonne, una región ubicada en Nueva Aquitania, al suroeste de Francia. Allí fue donde desenmascararon su idea de desfigurar la placa de su moto.
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El conductor había modificado su matrícula pegando pequeños trozos de cinta aislante negra para transformar los números y letras que aparecen en ella. Sin embargo, la policía interceptó el vehículo y no se dejó engañar por su tosco método.
En el control, detectaron varias infracciones y terminaron confiscando la moto. Algo que la Gendarmerie de Lot-et-Garonne compartió en su cuenta de Instagram con el siguiente mensaje: “”No estamos seguros de tu vocación. El maquillaje no se improvisa. Eso se lo dejamos a los influencers de Dubái.
En Francia, conducir con una matrícula ilegible conlleva una multa de 135 euros. Una cifra que puede llegar a los 3.750 euros si el conductor la desfigura deliberadamente. Algo que también está castigado con la retirada de seis puntos en el carnet de conducir, una suspensión de este último durante tres años y la confiscación definitiva del vehículo.
¿Y en España?
En España, manipular la matrícula está prohibido. Así lo establece el artículo 10 de la ley de tráfico: “El conductor debe asegurarse de que las matrículas no presentan obstáculos que impidan o dificulten su lectura e identificación”. Los conductores se enfrentan a dos posibles sanciones por ello.
Cualquier error en la tipología de la matrícula, los fallos que impidan leer correctamente tanto los dígitos como las letras o la existencia de algún elemento que tape o dificulte su correcta visión supone una infracción grave. La multa es de 200 euros sin pérdida de puntos: el mismo que se aplica a aquellos coches que circulan sin placa.
Si el conductor manipula las matrículas cambiando o alterando los elementos que la componen, usando algún sistema para ocultarlas o portando una identificación que no le pertenece, la multa puede llegar a ser de hasta 6.000 euros más la resta de seis puntos en el carnet de conducir.
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