El protagonista de esta historia quería “un coche para la crisis de la mediana edad” y se decantó por un modelo japonés. Concretamente por un Honda Civic Type-R FK2, es decir, la cuarta generación de la versión más radical de este compacto… que le robaron en la puerta de su casa. Logró recuperarlo de una manera que ni la policía creía.
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Ewan Valentine, de 36 años, es de Solihull: una localidad ubicada al sureste de Birmingham. Cuando se despertó el 28 de febrero, descubrió que le habían robado su Honda Civic Type-R. Informó a la policía, a su compañía de seguros y empezó a buscar una nueva unidad.
Tal y como declaró a la BBC, estaba “destrozado” y quería reemplazarlo por el mismo modelo. A 110 kilómetros de su casa encontró una unidad que le parecía perfecta: era del mismo color, negro, “del mismo año y con el mismo sistema de escape”.

Las primeras sospechas
Puso rumbo al taller en el que lo vendían y pagó 20.000 libras (23.900 euros) por el Honda Civic Type-R. Cuando lo arrancó para regresar a casa, llegaron las primeras sospechas: “Empecé a notar que había cosas un poco raras: una estaca de tienda de campaña, algunos pinos de Navidad, envoltorios de chocloatinas y cosas que no habían recogido”.
A pesar de que el coche tenía una matrícula nueva y un kilometraje menor que el suyo, sus temores se confirmaron cuando descubrió que su dirección y la de sus padres figuraban en el historial del sistema de navegación incorporado.
Confesaba que una parte de sí mismo “se sintió triunfador por un momento… hasta que me di cuenta de que no era un momento heroico. No había recuperado mi coche: en realidad, había hecho algo estúpido”.
La reacción del taller y la policía
Llevó el Honda Civic Type-R a un taller de la marca en su ciudad y el mecánico “sacó la llave física, la metió, abrió el vehículo y dijo: Sí, es tu coche”. El propietario explica que “se podían ver señales de que habían manipulado cosas: habían quitado números del VIN y los habían reemplazado por otros”
Informó, también, a la policía. Los agentes no podían creer que hubiera comprado su propio coche y sospechaban que había sido robado por encargo. Tanto ellos como el taller de Honda afirmaron que era uno de los mejores trabajos de clonación que habían visto.
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