Cuando Kia creó el Ceed en 2007 lo hizo con el objetivo de conquistar Europa. Quince años después, la tercera generación mira de tú a tú a todos los referentes del segmento de los compactos y con su reciente actualización pule todavía más su fórmula. Ya está disponible desde 14.300 euros incluyendo descuentos promocionales.
La gama sigue formada por tres carrocerías básicas: cinco puertas, Tourer (desde 15.550 euros) y ProCeed (desde 23.900 euros); a ellas se suma la variante XCeed de corte SUV, que prácticamente se puede considerar un modelo aparte y que recibirá su propia puesta al día en 2022.
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Una imagen renovada
Estrenada la actual generación en 2018, Kia ha optado por un ligero lavado de cara que potencia su deportividad. Se centra sobre todo en el frontal y afecta de manera distinta a cada carrocería y línea de equipamiento.
Los nuevos logos son comunes a todas ellas, pero los grupos ópticos Full LED solo están disponibles a partir del acabado Tech, mientras que la renovada parrilla, más ancha y con molduras metalizadas arriba y abajo, está completamente carenada en el Ceed Tourer híbrido. Y luce un entramado específico y el logo GT en el acabado del mismo nombre. Este, además, monta un paragolpes con sendos apéndices acabados en rojo y también varía las entradas de aire laterales.
Se suman nuevos diseños de llantas de entre 16 y 18 pulgadas según la versión, se amplía la paleta de colores con cuatro nuevos tonos y, en la zaga, el Ceed cinco puertas estrena unos faros con 48 LED e intermitentes secuenciales, así como un paragolpes específico en el nivel de equipamiento GT.
Mayor conectividad en el habitáculo
El interior se renueva con el foco puesto en la tecnología. El cuadro de instrumentos digital de 12,3 pulgadas varía su diseño en función del modo de conducción elegido, y la pantalla central es de hasta 10,25 pulgadas. Da soporte a un sistema multimedia con actualizaciones remotas y se conecta por Bluetooth con dos dispositivos móviles. Los servicios Kia Connect disponen de reconocimiento de voz y permiten localizar el coche y programar la carga en el caso del híbrido enchufable.
Por otra parte, hay un cargador inalámbrico en la consola central y con USB para las plazas traseras, y está disponible un sistema de sonido JBL de alta fidelidad con ocho altavoces.
Además, de nuevo en función del acabado, varían los materiales utilizados en el habitáculo para las molduras, la tela de tapicería e incluso el tipo de asiento, que puede tener funciones de ventilación y calefacción en los delanteros, pero solo de calefacción en los traseros.
Por último, la gama Ceed incorpora ocho nuevos asistentes de seguridad: asistencia a la conducción en autopista, control de crucero inteligente, asistencia de seguimiento de carril, alerta de arranque de vehículo precedente, asistencia para evitar colisiones en ángulo muerto, asistencia de tráfico trasero, salida segura desde el aparcamiento y monitor de visión trasera.
Motores actualizados y más eficientes
La puesta al día mecánica está centrada en los motores de gasolina y la electrificación. El de acceso es el 1.0 GDI de 100 CV, que también se ofrece con 120 CV con microhibridación (cambio automático de siete marchas) o sin ella (manual de seis). Por encima está la mayor novedad, el 1.5 T-GDi de 160 CV MHEV, que sustituye al 1.4 de 140 CV anterior, y el tope de gama es el 1.6 T-GDi de 204 CV. Ambos se asocian en exclusiva al cambio automático de doble embrague y siete marchas.
Solo hay un bloque diésel, el 1.6 CRDi de 136 CV también MHEV, que se puede asociar a un cambio manual inteligente de seis marchas o la mencionada transmisión 7DCT.
Por último, la mecánica híbrida enchufable solo está disponibles para el Ceed Tourer (además del XCeed). Desarrolla 141 CV, emplea una batería de 8,9 kWh y ofrece una autonomía eléctrica de 50 kilómetros.
Al volante del Kia Ceed Tourer GT Line 160 CV MHEV
De la amplia variedad de combinaciones de carrocería y motor que puso Kia a disposición de la prensa, optamos por la variante familiar, con el acabado GT Line y el nuevo motor que ha llegado a la gama, el 1.5 T-GDi de 160 CV microhíbrido, con cambio automático DCT de doble embrague y siete relaciones. Está disponible (con descuentos) desde 25.882 euros.
Siendo el tope de gama (para el Tourer no está disponible el GT), luce la imagen más deportiva que puede ofrecer el modelo y presenta los mejores acabados interiores.
A pesar de tratarse de la versión familiar, su silueta está muy bien integrada y mantiene la línea atlética del cinco puertas. A esto se suman detalles vistosos como las llantas multirradio de 17 pulgadas, pero se echa en falta la posibilidad de montar los nuevos pilotos traseros que luce el compacto.
En el interior destaca por la habitabilidad de sus plazas traseras y, sobre todo, por un maletero que cubica 625 litros. Esta versatilidad, común a todas las versiones Tourer, en el GT Line suma detalles de calidad como la tapicería mixta, el cuero que forra el volante y el salpicadero, o el hecho de contar con asientos específicos que recogen más el cuerpo.
La ruta de unos 140 kilómetros combinó autopista, carretera de montaña y ciudad (con un considerable atasco), y al final el consumo fue de 6,8 litros cada 100 kilómetros, cifra ligeramente superior a los entre 5,7 y 5,8 que homologa la marca, aunque dentro de los márgenes aceptables.
En carretera abierta el Ceed Tourer se muestra como un modelo estable que, gracias a sus 160 CV, no tiene ningún problema para mantener una velocidad de crucero de 120 km/h con poco gasto, sobre todo si se emplea el modo Eco. Sí es cierto que se nota cierta rumorosidad en el interior de la cabina procedente de la rodadura.
Llegando a las carreteras secundarias es donde se puede apreciar mejor su comportamiento, con una respuesta noble en los cambios de dirección y la capacidad de llevar un ritmo alto gracias tanto a su potencia como al desempeño de la caja de cambios, que empalma relaciones con fluidez si opera en modo automático, pero que es todavía más precisa si se acciona de manera manual con las levas al volante.
Es en este tipo de vías donde se hace notar uno de los mayores peros del vehículo, y es que, entre sus numerosos asistentes, el de mantenimiento de carril resulta algo intrusivo, realizando correcciones en el volante que no se sienten del todo naturales.
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