Mercedes-AMG estrena la versión de 381 CV del descapotable SL

El Mercedes SL ha sido un modelo icónico dentro de la gama de la marca alemana y, tras un hiato bastante prolongado en el tiempo, hace unos meses presentó una nueva generación. Ya contaba con dos versiones de altas prestaciones, pero ahora completa su gama con la variante de acceso, el Mercedes-AMG SL43.

Este enfoque queda patente en la elección de su motor. Es el mismo que emplea la versión AMG del Mercedes Clase A, aunque con una puesta a punto específica y, de hecho, con menos potencia que en el compacto.

Se trata de un propulsor 2.0 turbo que desarrolla 381 CV y 480 Nm de par máximo. Además, emplea un sistema microhíbrido de 48V y un pequeño bloque eléctrico de 14 CV, que ayuda a reducir el consumo y las emisiones.

Y gracias a la microhibridación, por otra parte, logra la etiqueta ECO de la DGT. Se asocia a una transmisión automática AMG Speedshift MCT 9G de nueve velocidades y a un sistema de tracción trasera, el único que la tiene en la gama actual.

Se desmarca, así, de las otras dos variantes del modelo. Son el 55 4MATIC+ de 476 CV y 700 Nm, y, por encima, el 63 4MATIC+, que llega hasta los 585 CV y los 800 Nm de par máximo.

De esta manera, el SL43 se postula como la opción más racional del renacido descapotable, con un consumo homologado de 8,9 – 9,4 l/100 km y unas emisiones de CO2 de entre 201 y 214 g/km. Sin embargo, no por ello descuida el lado prestacional: acelera de 0 a 100 km/h en 4,9 segundos y tiene una velocidad máxima de 275 km/h.

Por lo demás, sigue siendo un descapotable de cuatro plazas que mide 4,7 metros de largo y tiene un coeficiente aerodinámico de 0,31. Dispone de un maletero de 240 litros, que se reducen a solo 208 litros cuando la capota está abierta. Está, además, es 21 kilos más ligera que en el modelo precedente.

Estéticamente, el Mercedes también se diferencia de las versiones más potentes por detalles como las llantas de serie más pequeñas, de 19 pulgadas (aunque opcionalmente pueden montar de 20 o 21) o los escapes, que aún siendo dos salidas dobles, son redondas en vez de con forma de rombo.