Los coches eléctricos se caracterizan por una entrega de potencia y par inmediata, algo que los convierte en buenas opciones para remolcar objetos pesados, con el inconveniente de que en dicha tarea su autonomía merma de manera considerable.
Ahora, dos extrabajadores de Tesla han propuesto una solución al problema: que el remolque sea también eléctrico y tenga su propia batería, de manera que el alcance no se vea perjudicado.
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El Lightship L1
Ben Parker y Toby Kraus acaban de presentar su primer proyecto, el Lightship L1, que reinterpreta el concepto de casa a cuestas. El módulo es una caravana con todo lo necesario para vivir en su interior, con la diferencia de que ayuda al vehículo remolcador gracias a su sistema eléctrico.
Equipa una batería de 80 kWh, que sería equivalente a una de las más grandes que montan los coches eléctricos actualmente. Mientras circula, el L1 se propulsa a sí mismo, así que si el automóvil que va delante es eléctrico, su autonomía permanecerá intacta. Si es de combustión, el consumo de carburante no se disparará, como ocurre con cualquier tráiler convencional.
La compañía ha puesto especial énfasis en la eficiencia, algo que ha afectado directamente a su diseño, que es tres veces más aerodinámico de lo habitual en las caravanas convencionales.
Características
El módulo tiene unas dimensiones considerables, alcanzando los 8,2 metros de longitud, los 2,5 metros de ancho y los tres metros de alto cuando está desplegado en modo acampada. El peso varía en función de la configuración elegida, pero como máximo es de 1,1 tonelada.
El interior es completamente personalizable. Se pueden crear varios tipos de salones, cocina, baño en la parte trasera y hueco para que pernocten de cuatro a seis personas.
Además, los laterales son desplegables para crear zonas de recreo exteriores. La caravana cuenta con paneles solares presentes en todo el techo para ayudar en la recarga y alimentar los distintos electrodomésticos.
Lightship RV ya ha abierto los pedidos del modelo, con una reserva de 5.000 dólares, y su precio es de 125.000 dólares (unos 116.000 euros). Está previsto que su producción comience a finales de 2024.
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