Anoche aparecía por sorpresa en La revuelta Scottie Pippen, desconocido para los más jóvenes, pero una auténtica leyenda: fue el escudero de Michael Jordan durante su periplo de seis anillos, formando parte de uno de los mejores equipos de baloncesto que se recuerdan, los Chicago Bulls de los noventa. Su carrera baloncestística da para mucho, pero también los coches que han pasado por su garaje como fruto de los millones que consiguió a lo largo de su carrera.
Uno de los más especiales habría sido regalo del propio Jordan. Según cuenta la historia, en las navidades de 1997, Pippen habría encargado un pendiente de diamantes creado expresamente para el escolta, y Jordan, que originalmente había pensado darle una caja de puros, reconsideró su regalo y le dio un Ferrari.
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No queda claro qué modelo concreto fue, pero todo apunta a que se trataba de un Ferrari 550 Maranello, que se habría lanzado al mercado el año anterior.
También salió a la luz que, cuando se divorció de su mujer y esta decidió vender su mansión en Fort Lauderdale, Florida, dentro del paquete se ofrecían otros tres vehículos de altos vuelos: un Porsche 911 GT3 RS, un Mercedes G63 AMG y un Ferrari 488 Pista. El último sería el que habría compartido en una publicación de Twitter allá por 2018.
Hace más de una década, como recoge Deadspin, se le pudo ver teniendo un percance en Chicago en uno de sus coches, un pequeño impacto en lo que parece ser un Porsche Panamera de primera generación.
En una escala de espectacularidad menor, hace menos de un año compró un GMC Sierra 3500, un pick-up enorme de los que tanta popularidad gozan en los Estados Unidos.
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