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La Dirección General de Tráfico apuesta una vez más por la crudeza del mensaje. Tráfico ha recuperado para este verano una de sus campañas más incómodas, en la que cita sin tapujos la muerte, la cárcel y los hospitales. Una vez más, los anuncios de radio, prensa y televisión recurren al sarcasmo y el humor negro para llamar la atención de los automovilistas. El objetivo, como siempre, es hacer hincapié en las peligrosas consecuencias de los excesos de velocidad, el consumo de alcohol al volante y las distracciones.
Con la idea del no retorno como base (de quienes salen de vacaciones y no vuelven a casa), la DGT presenta en su Top vacacional: los tres destinos más populares para los conductores que no respetan las normas de tráfico. Un exceso de velocidad, una última copa de alcohol o contestar un mensaje de texto pueden llevar a los automovilistas al hospital, a la cárcel o al cementerio.
Con un tono entre lúgubre y desenfadado, y con la estética de un reportaje de actualidad o denuncia, los anuncios recorren esos tres lugares que nadie tiene intención de visitar cuando arranca sus periodo de descanso.
En las imágenes, que pueden verse también en la web de la campaña, los profesionales que trabajan en el hospital, la cárcel o el cementerio van contando detalles de su trabajo diario. Para dar más credibilidad a los anuncios, la DGT grabó las escenas en lugares reales: el Hospital de El Escorial (Madrid), la cárcel de Segovia y el cementerio de la Almudena (Madrid).
