El increíble peligro de un coche autónomo

Los coches sin conductor podrían convertirse en una grave amenaza si determinados delincuentes logran acceder a su sistema.

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Sobre estas líneas, ensayo con un prototipo de coche autónomo.

La confianza pública en los vehículos autónomos se tambalea. Y más desde que una flota entera de robotaxis se paró en una vía principal de Austin, Texas (Estados Unidos). Este incidente ha puesto de relieve las crecientes complejidades a las que se enfrentan las flotas de vehículos autónomos, un fenómeno que no se limita a Estados Unidos, sino que se expande por ciudades de Europa y Asia.

Lo que inicialmente pareció un inconveniente trivial, revela un problema más profundo. A medida que las flotas de vehículos autónomos se multiplican, surgen nuevos desafíos, tanto por errores no intencionados como por la amenaza latente de ataques premeditados.

En este panorama, ESET, compañía líder en ciberseguridad, destaca que la ciberseguridad emerge como una preocupación crítica. “La atractiva perspectiva para los ciberdelincuentes de manipular vehículos autónomos presenta escenarios intrigantes, desde la extorsión basada en historiales de viaje hasta el control remoto de vehículos, conocido como drivesomware”, declara Josep Albors, director de investigación y concienciación de ESET España.

Más allá del mundo digital

Los riesgos vinculados a los vehículos autónomos van más allá del mundo digital. Desde el bloqueo de servicios de emergencia hasta la extorsión de flotas completas, el ciberespacio se proyecta en el mundo físico de maneras inimaginables.

“Si hay algo que se ha aprendido en décadas de seguridad informática es que cualquier tecnología que tenga éxito atraerá hacia ella personas que buscan sacarle beneficio, tanto legal como ilegalmente”, declara Albors.

Los peligros de que se pueda hackear el software de un coche autónomo son muchos y muy graves.

En este sentido, ESET recuerda que los vehículos autónomos pueden suponer un gran atractivo en el mundo de la ciberdelincuencia. Aparte de las actividades delictivas más conocidas que ocurren enteramente en el ciberespacio, como el robo de cuentas dirigido a los consumidores, tener vehículos en juego en el mundo físico también ofrece algunas oportunidades interesantes para los atacantes.

Extorsión, secuestros, atentados…

La amenaza potencial a la seguridad de los vehículos autónomos abarca diversas tácticas, desde la extorsión a los clientes basada en su historial de viajes hasta el secuestro de pasajeros. Además, la posibilidad de tomar remotamente el control de vehículos, conocida como drivesomware, plantea riesgos significativos, incluyendo el bloqueo de vehículos en movimiento y la amenaza de borrar datos locales o sobrescribir el firmware.

Por otro lado, se plantea la idea del robo de vehículos, ya sea en su totalidad o despojándolos de piezas, así como el envío de vehículos a ubicaciones específicas para causar atascos, afectando desde intersecciones congestionadas hasta terminales de transporte público. Estas tácticas podrían proporcionar cobertura para actividades criminales organizadas, como robos por flash mobs o el transporte de bienes ilegales. Los ciberdelincuentes también podrían desactivar características de seguridad en los vehículos autónomos, causando posibles accidentes para manipular acciones empresariales.

Algunos robotaxis parados en San Francisco.

ESET recuerda que los robotaxis no son los únicos vehículos susceptibles a posibles ataques. Cada vez hay más vehículos privados en la carretera con capacidades de conducción autónoma y funciones de bloqueo remoto/antirrobo que podrían ser activadas. Aunque de forma no malintencionada, en octubre de 2023, un vehículo eléctrico en Escocia perdió el control, evidenciando la dependencia de los sistemas informáticos.

Además, la compañía advierte que los camiones comerciales autónomos plantean preocupaciones, ya que podrían ser detenidos y saqueados, bloquear puntos de tránsito o utilizarse como arietes para acceder a áreas restringidas. La amenaza se extiende a técnicas de interferencia de señales GPS más accesibles, que podrían manipular y dirigir vehículos a voluntad de un atacante.

Algunas soluciones son implementar controles manuales de emergencia en vehículos autónomos, sistemas de frenado accesibles para pasajeros y notificaciones automáticas en caso de intervención humana o activación de frenos de emergencia son esenciales.

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Alfredo Rueda

Periodista especializado en motor desde hace más de 20 años, ha trabajado en diferentes gabinetes de prensa (Federación Española de Automovilismo o Circuito del Jarama) y medios especializados (Motor 16, Marca Motor o Auto Bild). Apasionado de coches, motos y, ahora también, de los cacharros con alas.

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