En su tercera generación, el BMW X1 adopta la imagen y la tecnología de sus hermanos mayores y, sobre todo, estrena su primera versión eléctrica, el iX1. Su lanzamiento tendrá lugar en octubre y tiene un precio de salida de 40.900 euros.
El SUV de BMW es, en términos generales, más grande que el modelo saliente, pues alcanza los 4,5 metros de largo, 1,84 metros de ancho y 1,64 metros de alto, a lo que suma una batalla de 2,72 metros. Esto hace que tenga más presencia, algo a lo que también contribuye su nuevo diseño.
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Ya sea en el acabado de serie, en el X Line o en el M Sport, se presenta como un todocamino robusto, con bastante músculo y ciertos aires deportivos. La marca alemana no ha utilizado una parrilla sobredimensionada como en otros de sus últimos lanzamientos (BMW Serie 7 o BMW X7), pero a pesar de ello luce un frontal poderoso que muestra una evolución respecto a su predecesor.
Un habitáculo digitalizado
En el interior, la herencia de modelos de segmentos superiores queda plasmada en el sistema operativo BMW iDrive Operating System 8, que se combina con la BMW Curved Display. Se trata de una pantalla curva que integra el cuadro de instrumentos de 10,25 pulgadas y la pantalla central de 10,7.
Como consecuencia, se ha eliminado casi por completo la botonería física. Quedan solo algunos controles en el reposabrazos, en cuya parte inferior se encuentran dos tomas USB, sendos portavasos y una zona de carga inalámbrica para dispositivos móviles.
La dotación de serie es bastante completa (navegador, climatizador bizona o volante deportivo, entre otros), pero se puede ampliar de manera considerable con los extras opcionales. Entre ellos destacan los asientos deportivos, la tapicería de cuero, el techo solar panorámico o el sistema de sonido de alta fidelidad.
Por otra parte, el BMW X1 tiene una capacidad de maletero de 540 litros que, al abatir los asientos traseros en proporción 40:20:40, aumentan hasta los 1.600 litros.
Tecnología de seguridad
BMW ha hecho hincapié en el apartado tecnológico y de seguridad del X1. De serie incluye control de crucero con función de frenado, aviso de colisión frontal, asistente de aparcamiento, cámara de marcha atrás y asistente de marcha atrás.
Además, puede incorporar el asistente de guiado y mantenimiento de carril, el control de crucero activo con función Stop&Go, la navegación activa, el aviso de salida del carril, el BMW Head-Up Display, la visión panorámica, la vista 3D, el BMW Drive Recorder y el Remote Theft Recorder.
La oferta de motores del BMW X1 arrancará en octubre con el gasolina BMW X1 sDrive18i de 156 CV (41.700 euros) y el diésel BMW X1 sDrive18d de 150 CV (40.900 euros), ambos microhíbridos, y después se añadirán dos versiones híbridas enchufables. Son los BMW X1 xDrive25e de 245 CV (51.900 euros) y BMW X1 xDrive30e de 326 CV (54.900 euros), que homologan un alcance eléctrico de entre 78 y 89 kilómetros y tendrán la etiqueta Cero de la DGT.
Así es el BMW iX1
La versión eléctrica del SUV mantiene un diseño muy similar a las variantes de combustión, introduciendo como único elemento distintivo el tono azul presente en paragolpes, los faldones y la parrilla. Lo mismo ocurre en el interior, donde la única diferencia está en la información específica que muestra el sistema multimedia.
El BMW iX1 llegará en noviembre (54.900 euros) y solo se ofrecerá en una configuración mecánica, el iX1 xDrive30. Monta un motor por eje, cuenta con tracción integral y entrega 230 kW (313 CV) y 494 Nm. Acelera de 0 a 100 km/h en 5,7 segundos y alcanza una velocidad máxima de 180 km/h.
El sistema está alimentado por una batería de 64,7 kWh de capacidad, que registra un consumo de entre 17,3 y 18,4 kWh/100 km. Con esto, homologa una autonomía de entre 413 y 438 kilómetros. Puede recargarse con corriente alterna de hasta 22 kW o continua de 130 kW, con la que recupera del 10% al 80% de su energía en 29 minutos, y en solo 10 es capaz de sumar 120 kilómetros de alcance.
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